Hemos bautizado a esta receta como paquetitos de ternera, mortadela de Bolonia y queso de Mahón, aunque bien podía haberlo llamado mini flamenquines italo-baleares, porque al fin y al cabo es lo que son. El término flamenquín lo reservaremos, si os parece, para la especialidad cordobesa.
Soy un auténtico fan de la mortadela de Bolonia y por supuesto del queso de Mahón. Así que, pensé en combinarlos para deleitar mi paladar, que al fin y al cabo, de eso se trata, ¿no? Me gustaron mucho y en verdad, si no haces muchos, no lleva tanto trabajo. Espero que os animéis a hacerlos.
Estira el filete de ternera en la superficie de trabajo, condiméntalo con sal. Pon sobre cada uno, una loncha de mortadela de Bolonia y un trozo de queso de Mahón.
Después, enróllalo sobre sí mismo, y puedes remeter las partes del relleno que quieran "escaparse"; o puedes estirar un poco la carne para cubrir todo bien.
Ahora toca empanar nuestros paquetitos de ternera, para ello necesitamos tres platos; uno con harina, otro con huevo batido y el último con pan rallado. Iremos pasando cada paquetito por la harina, el huevo y el pan rallado, en este orden.
Para evitar que el queso derretido se salga, os recomiendo una segunda pasada por huevo y pan rallado, lo que viene llamándose, empanado doble.
Para acabar con la receta de hoy, nos queda freírlos en abundante aceite de oliva a fuego medio-bajo, hasta que estén bien dorados.
Con qué acompañar los paquetitos de ternera
Lo ideal es comer los paquetitos de ternera, mortadela de Bolonia y queso de Mahón calentitos, porque así el queso seguirá fundido y podremos apreciar las distintas texturas. Esta receta resulta ideal como aperitivo, ya que parecen croquetas grandes. Además, te permite hacer varios y congelarlos para ir usándolos según necesidad.
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