El pan Dalí, originariamente pan de tres crostones, es un pan típico de Cataluña que recibe su nombre del pintor surrealista Salvador Dalí. Crostons es el nombre catalán para los picos o curruscos. A diferencia del pan de barra común, que cuenta con dos picos (uno en cada extremo), el pan Dalí cuenta con tres de ellos. Esta es su principal característica.
La masa con la que se prepara es muy parecida a la del pan payés. Aunque yo he usado una parte de harina integral para aportar un plus de sabor, lo cierto es que se puede hacer única y exclusivamente con harina blanca de fuerza. Además de harina, necesitamos agua, sal y levadura de panadero. Ingredientes básicos en la elaboración de cualquier pan.
Preparar la masa base no es complicado, pero darle su peculiar forma tiene su aquel. Hay que formar un triángulo para, después, enrollar cada vértice sobre sí mismo y conseguir los típicos crostones del pan Dalí. Requiere de varios reposos, por lo que es importante organizar bien el tiempo para tenerlo listo cuando preveamos consumirlo.
Comenzamos preparando el prefermento y, para ello, mezclamos el agua con la levadura fresca desmenuzada. Removemos para que se integre bien antes de incorporar la harina. Removemos de nuevo, inicialmente, y continuamos amasando con las manos. Cuando obtengamos una mezcla homogénea la tapamos y la dejamos fermentar unas tres o cuatro horas o hasta que comiencen a formarse burbujas en la superficie.
Una vez listo el prefermento preparamos la masa del pan. Mezclamos la harina de fuerza blanca con la harina integral (también podemos usar solo harina blanca de fuerza). Agregamos el agua y mezclamos poco a poco para que las harinas se vayan hidratando. Lo mejor es usar las manos. Si la masa se nota muy seca, agragamos un poco más de agua. Cada harina tiene un punto de absorción distinto y puede que las cantidades indicadas en nuestra receta necesiten pequeños ajustes por vuestra parte.
Introducimos la masa en un bol amplio, espolvoreado con harina, lo tapamos y dejamos que descanse 15 minutos. Tras este reposo inicial agregamos la sal y el prefermento. Y ahora sí que amasamos bien sobre una superficie limpia durante unos 12-14 minutos. Volvemos a meter la masa en el bol, lo tapamos y dejamos que fermente unas tres horas en un lugar templado y alejado de corrientes de aire. Yo lo meto en el horno (apagado).
Pasado este tiempo la masa habrá crecido mucho y llega el momento de dividirla en seis piezas. Boleamos cada una de ellas ligeramente y las dejamos reposar 15 minutos. Después formamos los panes. abombado en el centro, las manos unidas, formando un círculo, apretamos la parte central de cada bola. Tenemos que obtener una especie de huevo frito, abonbado en el centro y plano en los bordes o contorno.
Doblamos el borde, de fuera hacia dentro, en tres veces para formar un triángulo tal y como véis en las fotos del paso a paso. Después enrollamos cada pico del triángulo hacia el interior, formando los costrones. Pasamos los panes a una bandeja de horno, los cubrimos con un paño y los dejamos fermentar un par de horas o, como he hecho yo, toda la noche en la nevera. Si haces esto último tendrás que atemperar los panes una hora antes de hornearlos.
Precalentamos el horno a 225-230ºC con calor arriba y abajo. Cuando haya alcanzado esta temperatura introducimos la bandeja con los panes en el horno y los cocemos durante 50 minutos aproximadamente o hasta que, al voltearlos, veamos que la base está bien cocida. Retiramos los panes y dejamos atemperar antes de consumir.
Con qué acompañar el pan Dalí
El pan Dalí se consume como cualquier otro pan, es decir, para acompañar guisos, para rellenar de jamón, queso, sardinas,...lo que más guste a cada cual. Lo tradicional es romper el pan por los picos o curruscos, que no cortarlo con cuchillo, para dejar la parte central, con mucha más miga, descubierta y para consumir al final.
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