Hay quien piensa que forma parte del mobiliario de la cocina, pero lo cierto es que esa caja amarilla no estaba ahí cuando os entregaron las llaves de la casa. Lo que pasa es que se hace tan necesaria para multitud de recetas, que van desde un simple pan a unas pastas, pasando por bizcochos, bases de pizza, crema pastelera o y helados, que es imposible resistirse a comprarla.
Hoy te explicamos qué es lo que hay dentro de ese paquete, en qué se diferencia de la harina de maíz, la que usamos para hacer pan de maíz, y, ya de paso, hacemos lo que mejor sabemos hacer. Recopilar algunas recetas con maicena con las que siempre vas a triunfar.
¿Qué es la maicena? ¿Y la Maizena?
Si eres de los que piensan que nos hemos vuelto locos por escribirlo con c y con minúscula, no te preocupes, no eres el único. Lo que ocurre es que Maizena así escrito, que es lo que estás harto de ver en el armario de casa, realmente se refiere a una marca registrada. En cambio, con el término maicena hacemos referencia a cualquier harina fina de maíz (incluida la Maizena).
Aclarado este punto, merece la pena que nos detengamos en el hecho de que en España la conocemos como harina fina de maíz, aunque la definición correcta sería "harina de fécula de maíz", ya que sólo se extrae de esa parte del grano y no del endospermo. Dicho de otra manera, la maicena es una harina fina que se extrae de la fécula del maíz y es el resultado del procesamiento de una de las partes del maíz hasta obtener un polvo muy fino.
En resumen, tanto la maicena como la harina de maíz se obtienen de granos de maíz, pero mientras que la harina se muele, la maicena se deja fermentar ligeramente, para después retirarle el almidón y dejarla secar.
Maizena Harina Fina de Maíz Espesante Caja 2,5 kilogramos - Producto Sin Gluten
¿Para qué se usa la maicena?
Aunque se trata de un ingrediente básico para la elaboración de masas y postres, pronto veremos que se puede usar, con otros fines, en platos salados. Pero antes conviene señalar que la maicena tiene un alto contenido en carbohidratos y que no contiene gluten, de ahí que la tengan siempre tan presente las personas celiacas. Además, contiene nutrientes como hierro, proteína, calcio, fibra, potasio, sodio, vitamina A, B1, B2, B3, B6, B7, B9, B12, etc.).
La diferencia entre la maicena y la harina de maíz a nivel nutricional es que la segunda aporta más proteínas, grasas y fibra, mientras que la maicena aporta más calorías y carbohidratos. De ahí que muchos prefieran usar la primera para espesar salsas y para realizar panes, alfajores, natillas, flanes o tortitas, y dejen la segunda para todo lo que tenga que ver con repostería (bizcochos, buñuelos, pan, empanadas, etc.).
Lo que sí debes tener en cuenta es que en el caso de la maicena se necesita menor cantidad a la hora de hacer las recetas si la comparamos con la harina de maíz. De lo que se deduce que el aporte calórico y de carbohidratos será menor.
¡Hora de mancharse el delantal!
Miguelitos de la Roda
La teoría está muy bien, pero nada como meterse en la cocina para poner a prueba la maicena y comprobar en primera persona que son muchas las recetas que podemos llevar a cabo con este ingrediente tan popular. ¿Nos metemos en harina? O, mejor dicho, en maicena.
Para ir abriendo boca, nada mejor que unos Miguelitos de La Roda, esos míticos hojaldres con forma rectangular que están rellenos de crema pastelera y que se finalizan con un fino glaseado de almíbar. ¡Sólo de pensarlo uno ya empieza a salivar!
Lo primero que vamos a hacer es calentar el horno a 200ºC. Mientras, vamos a hacer la crema pastelera. Se puede hacer, claro, de la forma tradicional, pero es mucho más rápido hacerla en el microondas.
En una jarra alta echamos todos los ingredientes: dos yemas de huevo, medio litro de leche, 90 gramos de azúcar, 40 gramos de harina fina de maíz (maicena) y 15 gramos de extracto de vainilla. Batimos todo con una batidora hasta que se integren todos los ingredientes y no queden grumos. Pasamos entonces la mezcla colándola a un recipiente apto para el microondas.
Ponemos este tres minutos a 800 w de potencia. Lo abrimos, removemos con una cuchara de madera y lo volvemos a poner dos minutos a la misma potencia. Lo sacamos del microondas, volvemos a removerla, y ya está lista para usar. Cubrimos el bol con film y lo metemos en la nevera, para que se vaya enfriando mientras hacemos el hojaldre.
En este tiempo el horno ya estará a 200º, así que disponemos la lámina de hojaldre sobre una bandeja de horno, con papel debajo, y la vamos a cortar con cuidado en rectángulos del mismo tamaño. La metemos en el horno durante 15 minutos.
Pasado este tiempo, el hojaldre habrá subido. Dejamos que los Miguelitos se enfríen antes de rellenarlos de crema pastelera con ayuda de una manga. En las pastelerías de La Roda los Miguelitos quedan muy anchos y se rellenan a máquina. En casa, no obstante, tendremos que abrir el hojaldre por la mitad, echar la crema pastelera y taparlos.
Receta completa | Miguelitos de La Roda
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