En mi reciente visita a Oviedo para un bautizo tuve la oportunidad de conocer un restaurante del que había oído hablar hasta en Mallorca, donde vivo. Se trata de La taberna del zurdo. Bueno, a decir verdad, al que había oído nombrar era al chez Rodrigo Roza, ganador de múltiples premios de tapas y pinchos, entre ellos, el tercer premio del campeonato del mundo de 2007.
En este viaje no tenía pensado ir a comer a ningún restaurante ya que el motivo del viaje era un bautizo, del que Fran era padrino, y la idea era pasar el mayor tiempo posible con el crío. Sí, sabía que iría a Rialto a comer moscovitas y también sabía, que iría a Camilo de Blas a comprar carbayones para llevar a la clínica de 'souvenir' gastronómico, como tengo costumbre siempre que salgo de viaje. Fue una sorpresa que nuestra amiga Marga nos propusiera ir.
Ya os decía, que conocía de oídas al chef pero no el restaurante. La decoración del local, me gustó porque es sencilla y sobria, a la vez. La sala de entrada está decorada con muchos diplomas de los distintos concursos de tapas y pinchos en los que ha participado Rodrigo, y presidida por una gran barra. Luego, se alternan mesas altas, con mesas bajas. Supongo que la barra, es un guiño a la filosofía del local y que además, como es un sitio concurrido, sirve para amenizar la espera de los comensales. Lo de las mesas altas, no lo entiendo, porque más incómodas no pueden ser.
Hay otra sala más, al fondo, guarecida de miradas indiscretas. Ambas, están comunicadas por un estrecho pasillo. El pasillo es estrecho porque en el, está la cava, por cierto, vista, al igual que la cocina. Y respecto a la carta, decir que, gracias a Dios, no es eterna. Mucho pincho de autor, como es lógico, y para completar algunos arroces y ensaladas.
El servicio, muy bueno, recomendando platos fuera de carta, como debe ser y recomendando vinos, también, como debe ser pero nada entrometido en la decisión final. Una cocina eficiente, presentando los platos del servicio con el tiempo justo entre ellos.
Entre que era la hora de cenar, y que estábamos en un local especializado en tapas, nuestra comanda no fue copiosa y decidimos compartir todos los platos. Además, había que probar platos típicos asturianos, que ya os digo, que el objetivo del viaje no era gastronómico e íbamos con el tiempo justo. Comenzamos con la recomendación del servicio, un gazpacho de melocotón con langostino crujiente, que me pareció espectacular, en presentación y en sabor.
Nuestra selección de entrantes, consistió en: Una ensalada con tomates dulces confitados y bonito del norte. Solo una pega, las ensaladas no son una tapa así que el tamaño no ha de ser tamaño tapa, o así lo creo yo. A parte de eso, muy buena. Y luego, un tartar de ternera, al parecer especialidad de la casa y que comí muy a gusto y eso, que no soy fan de los tartar, así en general.
Como platos asturianos, elegimos unas patatinas rellenas, con una presentación y tamaño impecable. Frituras de pixin, no se puede venir a Asturias y no comer pixin ¿No? Picadillo de chorizo con tortos asturianos, que por cierto, desconocía y me encantaron. Y por capricho mio, unos huevos rotos, me gustan con delirio.
Los postres, ya sabéis de mi pasión por los postres, correctos, aunque sin tirar cohetes. Como suponía, había espuma de arroz con leche y si yo lo suponía, habida cuenta que no soy crítico gastronómico, es que no es sorprendente. Y un mediocre brownie de chocolate. Los postres no están a la altura ni de el renombre del chef, ni del local pero ojo, nos los comimos sin rechistar. Un lugar, en general muy recomendabel si visitáis Oviedo.
La taberna del zurdo
C/ Cervantes 27, Oviedo Principado de Asturias Teléfono - 985 96 30 96
Precio medio por persona | 30 euros (con vinos y cafés incluidos)
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