Comer al aire libre, ya sea en la playa, en la sierra o en un parque, es uno de los grandes placeres de la vida. Pocas cosas están a la altura de poder tumbarse en un verde después de haber disfrutado de una tortilla de patatas, un bocadillo o una ensalada de pasta. Y es que hacer picnic es siempre un gran plan, sobre todo para aquellos que tienen que quedarse forzosamente este verano en la capital.
A continuación te mostramos una selección de sitios que reúnen las características necesarias para permitirte disfrutar de un almuerzo al aire libre en compañía de los tuyos.
Eso sí, si decides hacerlo en pleno verano madrileño, vas a tener que buscarte una buena sombra o elegir las horas del día menos calurosas. Es mucho más aconsejable hacerlo en primavera u otoño.
Parque de El Retiro
Seguramente sea el primer parque que se te viene a la cabeza cuando piensas en Madrid. Este jardín histórico, que ha sido reconocido, junto al Paseo del Prado, como Patrimonio Mundial de la UNESCO, cuenta con multitud de espacios verdes y zonas acondicionadas para montar una buena comida al aire libre. Si no terminas de verlo claro siempre puedes acercarte a uno de los bares con terraza que están distribuidos a lo largo y ancho del parque. Y si lo que buscas es un sitio para comer bien cerca del Parque de El Retiro, toma nota de Restaurante Berlanga, el templo de los arroces en la capital.
Casa de Campo
Es el lugar favorito de muchos madrileños a la hora de disponerse a comer sobre la hierba, seguramente porque en sus 18.000 hectáreas hay sitio de sobra para todos los que quieran disfrutar de una jornada placentera al aire libre. Cuenta con un buen número de mesas para hacer picnic. Si te has quedado con hambre o te has olvidado de coger la cesta al salir de casa, no hay ningún problema. Te acercas a Villa Verbena, la última gran apertura del Grupo Triciclo en Madrid, y fin de la historia.
Parque del Oeste
Otra de las grandes opciones, si vives en el centro de la ciudad, es este enclave próximo a la Ciudad Universitaria y la zona de Moncloa-Argüelles. Concretamente, pueden resultar muy atractivos para el fan del picnic urbano los alrededores de la Rosaleda Ramón Ortiz (15.000 metros cuadrados) y las zonas verdes que rodean al monumento más destacado del parque, el Templo de Debod.
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Parque de las 7 Tetas
Pocos lugares tan idóneos para disfrutar de un picnic, y de unas vistas privilegiadas de la capital, como las siete colinas que forman el Cerro del Tío Pío, más conocido como el Parque de las 7 Tetas. Darse un homenaje culinario mientras disfrutas de una de las mejores panorámicas de Madrid, es algo que no tiene precio. Desde esta céntrica ubicación podrás deleitarte visualmente con las cúpulas de la Iglesia de San Francisco el Grande, la Catedral de la Almudena, la Plaza Mayor, las Torres Kio, el Pirulí o las Cuatro Torres.
Dehesa de la Villa
Hacemos una parada al noroeste de Madrid para descubrir las diferentes zonas habilitadas para repostar en este espacio que aún cuenta con la condición de bosque debido a que la mayor parte del mismo está sin ajardinar. En este caso, además de tener un contacto directo con la naturaleza y poder deleitarte con más de 70 especies de aves diferentes, vas a poder hacer algo de deporte, siempre muy recomendable para bajar la comida, visitando el llamado Cerro de los Locos (sí, en su día se referían así a los deportistas que iban allí a sudar de lo lindo).
La Quinta de los Molinos
En este jardín de uso público con un marcado carácter mediterráneo, que dispone de edificios y arquitecturas declaradas de alto interés, se pueden distinguir claramente dos zonas: la zona norte, con estilo romántico paisajista, y la zona sur, de carácter agrícola. Si decides visitarlo en primavera, debes saber que otros muchos han tenido exactamente la misma idea que tú, sobre todo si es fin de semana o coincide con la época de floración de los almendros. En cualquier caso, es un lugar que merece mucho la pena para disfrutar de un día de comida en exterior.
Parque de Juan Carlos I
Algo más alejada del centro de la capital se encuentra la zona de la Feria de Madrid. Allí localizamos un inmenso parque con una superficie de 160 hectáreas que tiene en su olivar con más de 2000 ejemplares del antiguo Olivar de Hinojosa uno de sus mayores reclamos. Además, este parque cuenta con un lago, un auditorio, una colección de esculturas al aire libre y un centro de actividades (incluyendo talleres para los más pequeños los fines de semana).
Jardín de las Vistillas
A las Vistillas se va, y no solo cuando se celebran las típicas verbenas y festejos populares, porque sus magníficas vistas de la ribera del Manzanares y la Casa de Campo están ahí los 365 días del año. Y es que una puesta de sol con la estatua de La Violetera como pareja de baile es algo que no se encuentra en cualquier parte. Por cierto, si se te hace de noche y te ves con ganas de seguir alargando la jornada, lo mejor que puedes hacer es pasarte por el Corral de la Morería, ya sea para disfrutar de su inigualable espectáculo de flamenco o para conocer la cocina con estrella Michelin del chef vasco David García.
Parque de Tierno Galván
Bautizado así para homenajear al mítico alcalde que gobernaba Madrid durante La Movida, es la sede del Planetario de Madrid y, en otro orden de cosas, un inmenso pulmón, repleto de árboles, en el que disfrutar de una degustación improvisada a modo de picoteo. Para los más valientes, señalar que cuenta con numerosas rutas para realizar en bici o corriendo, pero lo suyo es hacer la sobremesa en una de sus verdes praderas con el insuperable cielo de Madrid como techo.
Parque de Berlín
Conviene señalar antes de nada que, a diferencia de la mayoría de los parques citados más arriba, esto es un parque de barrio de apenas 5 hectáreas. No obstante, generalmente hay espacio de sobra para que los vecinos de Chamartín extiendan un mantel de cuadros con unas buenas viandas y se olviden, aunque solo sea por un par de horas, del mundanal ruido. Además, este parque urbano que debe su nombre a su proximidad con el Colegio Alemán y a la visita a Madrid en 1966 del entonces alcalde de Berlín, Willy Brandt, cuenta con una excelente comunicación (Metro de Concha Espina).
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