Si mi abuela viera esta copa diría que ya no saben que inventar. La copa rEvolution, diseñada por Martin Jakobsen, hace una pedorreta a las copas de vino tradicionales, en las que poco había que inventar, y las despoja de su pie, cambiando su apoyo y estética habitual. La copa reposa sobre su tripa y se toma por el, llamémosle rabillo, que asoma por uno de sus costados. Cuando se tiene en la mano, el gesto es parecido al que se adopta al sujetar una manzana de caramelo en una feria, algo muy extraño, ya que de alguna manera el pie también tiene una función de apoyo y seguridad una vez en la mano.
Su forma diferente proporciona una mejor entrada en la nariz si queremos apreciar los aromas antes que los sabores, pero al estar el borde más bajo de lo habitual me temo que nos podemos olvidar de hacer el remolino, bajo peligro de estampar de color burdeos las camisas de nuestros compañeros de cata.
El diseñador de esta copa, hecha a mano en la República Checa, indica que ha creado rEvolution para romper con la monotonía de nuestros hábitos. Bebamos de ella, nos lo vamos a pasar bomba mirándonos unos a otros.
Vía | Compradicción
Más información | Jakobsen Design
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