Si Papá Noel te ha traído una cámara réflex, la estás esperando de los Reyes Magos o ya tienes una pero consideras que no le estás sacando todo el partido que querrías a la hora de hacerle fotos a tus platos, puede que alguno de los mejores objetivos para fotografía culinaria te ayuden.
Y es que aunque los objetivos 18-55mm que suelen venir con las cámaras réflex son suficientemente buenos para muchas situaciones, fotografiar comida requiere de unos objetivos muy concretos para realzar su aspecto.
Por menos de 200 euros: 50mm f/1.8
Si aún no estás en situación de hacer una gran inversión en un objetivo muy caro, el 50mm f/1.8 es una inversión segura. Se trata de un objetivo muy luminoso (haremos mejores fotos con luz natural) que funciona bastante bien para fotografía culinaria, y es perfecto para retratos y fotografía callejera, así que podremos darle otros usos.
Su única pega es que no tiene "macro (su distancia mínima de enfoque son 45mm) por lo que no podremos hacer fotos extremadamente cerca de la comida. A cambio, se pueden encontrar objetivos desde poco más de 50 euros:
- Canon EF 50mm f/1.8 STM: desde 135 euros. Si buscas algo más barato, está el compatible Yongnuo YN 50mm f/1.8 para Canon EF por 54.99 euros
- Nikon AF 50mm f/1.8: 123 euros.
- Sony SAL 50mm f/1.8: 144 euros.
Por menos de 500 euros: mi primer macro
Los objetivos macro son aquellos que nos permiten acercarnos más al sujeto (en este caso, el plato) y que sigamos pudiendo enfocarlo con nitidez. Los objetivos macro suelen ser más caros, pero nos dan mucha versatilidad a la hora de fotografiar.
- Canon EF-S 60mm f/2.8: 483 euros. Un imprescindible si tienes una cámara Canon. con una buena distancia focal y un enfoque mínimo de 20 cm, más que suficiente en fotografía culinaria. Hay alternativas un poco más baratas como el Tamron AF 60mm por 359 euros o el Sigma 70mm f/2.8 por 399 euros.
- Nikon 60mm f/2.8: 503 euros. Es el equivalente para Nikon, con características muy similares. También hay alternativas de Tamron por 422 euros y de Sigma por 399 euros.
- Sony Sal 30mm f/2.8: 229 euros. Es uno de los objetivos macro que tengo. Su precio es muy bueno y es capaz de enfocar a tan solo 13 cm, aunque quizás la focal (30mm) se queda un poco "corta", así que salvo para detalles y planos muy cercanos suelo usar más el 50mm.
Por un poco más: un macro 100mm
Existe el eterno debate sobre si para fotografía culinaria es mejor utilizar un 60mm o un 100mm. El 100mm tiene la ventaja de que al ser ya una focal relativamente larga, reduce más aún la sensación de profundidad (es como si los objetos estuvieran más cerca entre sí) lo que da como resultado mejores bodegones. A cambio, tienes que tener más sitio allí donde hagas las fotos, porque vas a tener que alejarte bastante. Además, también son un poco más caros.
- Canon EF 100mm f/2.8 Macro: 522 euros. Alternativa económica: Sigma 105mm f/2.8 por 456 euros.
- Nikon AF-S 105mm f/2.8 Macro: 884 euros. Alternativa económica: Sigma 105mm f/2.8 por 470,76 euros.
- Sony SAL 100mm f/2.8 macro: 729,88 euros. Alternativa económica: Samyang SAM100 por 567 euros.
La casa por la ventana
Si te ha tocado el gordo de la lotería, o simplemente te apasiona la fotografía culinaria y quieres hacerte con el mejor equipo, aquí tienes algunos objetivos en los que gastarte el dinero:
- Canon EF 50mm f/1.4: 380,58 euros. Mayor luminosidad y velocidad de enfoque.
- Canon EF 50mm f/1.2: 1.503 euros. Luminosidad y nitidez espectaculares.
- Canon EF 100mm f/2.8L: 987 euros. un macro de altas prestaciones
- Nikon AF-S 50mm f/1.4: 488 euros. Para los amantes de apurar cada rayo de luz.
- Sony SAL 50mm f/1.4: 445 euros. Otro objetivo nítido, luminoso y muy preciso.
En Directo al Paladar | Siete cámaras compactas para fotografiar tu comida sin gastar demasiadas energías