Ayer comí en un restaurante de esos que tienen las mesas bastante pegadas unas a otras. A nuestro lado había una familia (los Voceras) que con buen tono y gran profundidad dedicaron parte de la comida a analizar las causas de desafortunado óbito de Amy Winehouse. Con la destreza de un forense, y la empatía de un psicólogo, intercambiaron grandes circunloquios sobre los excesos de la droga, el éxito como desencadenante del desencanto y, cómo no, el enorme e indiscutible talento desperdiciado de la de Candem. Cuando de allí pasaron a rememorar la muerte de Michael Jackson, hundí la cabeza en la sopera y no quise saber más.
Dicho lo cual, no voy a hablar en este post de nada de eso, que todos tenemos nuestra opinión y nuestra pena, tan solo enseñaros la tetera de Amy, realizada probablemente mucho antes de la desgracia, y que hoy vuelve a la actualidad una semana después de su desaparición.
La fisonomía de la cantante se presta a una recreación en forma de tetera, aprovechando su particular peinado, pero la realización es bastante tétrica. Amy tuvo tiempos mejores, también peores, pero seguro que hubieran podido remedarla de una forma más atractiva, sin resaltar sus gestos menos favorecedores, a no ser que esa fuera precisamente su intención.
Vía | Dangerous minds
En Directo al Paladar | Tetera diseñada por Eva Solo
