Hay noticias sobre las que nunca querríamos tener que hablar. Esta última semana Japón ha copado todas las informaciones por la cadena de acontecimientos que se han producido a raíz del terremoto sufrido el viernes 11 de marzo, el posterior tsunami, y la delicada situación que como consecuencia se está desarrollando en la central nuclear de Fukushima.
Sobre este extremo las informaciones son contradictorias. Mientras en los medios occidentales se habla de un panorama nuclear desolador, y el Comisario Europeo de Energía, Günther Oettinger, ha puesto la palabra apocalipsis en boca de muchos, los mensajes de extranjeros residentes en Tokio hablan de un alarmismo injustificado.
A la hora de escribir estas letras, las últimas noticias que llegan a España hablan de riesgo de fusión y de altos niveles de radiación que impiden continuar con los trabajos de emergencia. Las consecuencias se están empezando a dejar sentir aún cuando no ha habido un desenlace claro, y en este sentido la Unión Europea ha hecho un llamamiento a los países integrantes para que verifiquen los niveles de radiación de los alimentos importados con fecha posterior al 11 de marzo. Esta recomendación se extiende a productos alimenticios de consumo humano y animal.
A pesar de que la Unión Europea importa un bajo volumen de alimentos desde Japón, se ha pedido a los gobiernos que utilicen el sistema de alertas para informar de un eventual nivel anormal de radiación en dichas importaciones. Por su parte, el Ministerio de Salud italiano ha ordenado severos controles a los alimentos procedentes de Japón. En España, como consecuencia de esta alerta se están activando los controles para revisar los alimentos importados, según ha apuntado la Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Imagen vía | Soossay en Flickr Vía | El Periódico En Directo al Paladar | La UE dice no a la carne de animales clonados En Directo al Paladar | El caviar negro ruso vuelve a Europa