Últimamente recibimos muchos comentarios, e incluso recetas, de nuestros lectores celíacos o familiares de celíacos, que deben ser muchos y además muy preocupados por la alimentación. Algo lógico, ya que la intolerancia al gluten afecta a millones de personas en el mundo e impide tomar muchos de los alimentos que se consideran básicos, como por ejemplo harinas, pan, pasta, galletas, etc. Y es que el coste de la alimentación de los celíacos es muy alto.
Los celíacos, una vez diagnosticados, tienen cada día una vida más fácil gracias a las diferentes asociaciones de celíacos que han ido surgiendo y que proporcionan apoyo e información a sus usuarios, y que han defendido los derechos de este colectivo ante las administraciones.
Gracias a esta lucha, hoy día no es raro encontrar con mayor frecuencia cada vez productos aptos para celíacos en los estantes de nuestros supermercados, y además, gracias a la nueva normativa del Ministerio de Sanidad español, se garantiza el correcto etiquetado y nuevas categorías de alimentos según su contenido en gluten.
Esta normativa también abarata considerablemente la cesta de la compra de los celíacos al introducir información sobre contenido en gluten en el etiquetado de productos no destinados exclusivamente a este colectivo, con lo que se amplían sus posibilidades de adquirir productos más económicos.
Sin embargo, las diferencias de precio son grandes en los productos exclusivamente destinados a los celíacos, como demuestra el último Informe de precios (pdf) de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), en el que se calcula que el coste medio suplementario que puede suponer para una persona puede llegar a 1.600 euros al año en la cesta de la compra.
Y no es de extrañar, según estiman el coste medio de estos productos sin gluten supera a sus homólogos en un porcentaje superior al 350%, es decir, casi cuadruplican el precio. A esto hay que añadir los desplazamientos obligados, ya que raramente pueden hacer la compra en un solo establecimiento, o si viven en pueblos deben desplazarse a una ciudad cercana a adquirirlos.
La lucha de estas asociaciones está encaminada a conseguir ayudas públicas que compensen económicamente este mayor gasto, como ya ocurre en otros países de nuestro entorno. Esperemos que sus reivindicaciones no caigan en saco roto.
Imagen | Flickr
Más información | Manifiesto celíaco.
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