Para empezar el fin de semana con buen pie hoy os propongo una receta dulce. Una tarta merengada de almendra que cocinaréis en un momentito y que, si os gustan las almendras, os va a encantar.
Queda tan suave que casi podríamos decir que se funde en el paladar. Quizás, os de pereza hacer la masa quebrada que lleva como base, pero de verdad que merece la pena y no tiene nada que ver con las compradas. ¿Preparados? ¿Sí? pues, manos a la obra.
Lo primero es preparar la masa quebrada, para ello ponemos en un recipiente la harina, una cucharada de azúcar glas y el agua y luego, agregamos la mantequilla cortada en cubitos. Mezclamos bien hasta conseguir una masa homogénea. Al principio cuesta un poco porque la mantequilla estará dura, ayúdate de las manos para ir deshaciendo los cubos de mantequilla.
Con esa masa forramos un molde de 22 cm y horneamos a 180ºC durante 10 - 15 minutos, es importante que pongas algo que pese sobre la masa, yo utilizo garbanzos pero puedes usar judías o unas bolillas de cerámica que venden para esto precisamente.
Para hacer el relleno, muy sencillo, montamos las claras con una batidora de varillas, no hace falta que quede un merengue muy firme. Y luego le agregamos la harina de almendra y el azúcar. Mezclamos bien y ponemos sobre la masa quebrada previamente horneada.
Volvemos a hornear durante 20-25 minutos a 180ºC. Veréis que toma un ligero tono tostado, eso es que está lista.
Con qué acompañar la tarta merengada de almendra
Para degustar esta receta de tarta merengada de almendra una vez que salga del horno déjala enfriar completamente, desmolda y disfruta. Espero que os guste y buen fin de semana.
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