¿Qué sucedería si un día entramos en nuestro supermercado habitual y de repente la mayoría de los estantes están vacíos porque ya no venden productos internacionales?
Sí, siempre nos quedará acudir a los productores directos: la huerta levantina, la leche y vino de nuestras lecherías y viñedos, el aceite de oliva, los pescados que exclusivamente procedan de nuestros mares, la dehesa ganadera...
Pero, ¿qué sucedería si prohibiesen todos los productos que no elaboramos en España? Que, por cierto, son muchos.
En Hamburgo, el supermercado alemán Edeka ha retirado de sus estanterías productos extranjeros para dar una lección sobre racismo y diversidad. La polémica está servida.
Lección sobre racismo y diversidad
Como si alguien hubiera dado un chivatazo sobre el cercano fin del mundo o la próxima guerra mundial, los clientes daban vueltas estupefactos con sus carritos entre las estanterías vacías de un supermercado en Hamburgo.
Con esta acción, la cadena de supermercados más grande de Alemania, Edeka, ha dado un "zas" a la xenofobia, según informa The Independent.
El mensaje podría haber sido "¿No quieres autarquía? Pues toma tres tazas, alemanas".
Pero no. Fueron mucho más elegantes y colocaron en aquellas estanterías esquilmadas carteles para concienciar a sus clientes.
Los mensajes eran del tipo "Así de vacía se ve una estantería sin extranjeros”, “Seremos más pobres sin diversidad” o “Este estante es bastante aburrido sin variedad".
"Edeka defiende la variedad y la diversidad. En nuestras tiendas vendemos mucha comida que se produce en varias regiones de Alemania.
Pero solo con la unión de productos de otros países es posible crear una variedad única, la cual es valorada por nuestros clientes. Nos complace que nuestra campaña haya causado tantas reacciones positivas", ha defendido un portavoz de la compañía.
Who isn't a foreigner at some point? #prstunt #racsim #EDEKA #boredpandahttps://t.co/gF6BRzcblQ
— Helen Rankin (@helenrnkn) 23 de agosto de 2017
"¿Quién no es extranjero en cierto modo?" reflexionaba una usuaria en Twitter. Lo cierto es que la reacción ante la titánica tarea del supermercado para retirar todos los productos (que tendrán que volver a colocar) ha sido muy polarizada, a favor y en contra.
Los hay quienes ven en la medida un buen toque de atención para reflexionar sobre la diversidad y la riqueza del intercambio entre países, más allá de las fronteras.
Otros creen que simplemente se trata de una campaña de marketing aprovechando el tenso clima político de Alemania previo a las próximas selecciones federales.
Los movimientos anti-inmigración alemanes, como era de esperar, han calificado la acción de sinsentido.
Pero, ¿es realmente descabellada su metáfora alimentaria? ¿Somos más poderosos cuando nos aislamos del resto o la riqueza reside en la variedad?
El supermercado Edeka ha dado una lección porque se ha atrevido a poner el dedo en la llaga, empezando por los alimentos. Sus estanterías son la prueba de que necesitamos la diversidad.
Imágenes | Germany_Unofficial
| Niko Georgarakos | Heinzinger
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