En una misma mañana he podido leer dos noticias que se daban de tortas la una con la otra. Mientras una empresa comercializadora de fruta anunciaba que iba a vender sus plátanos envasados en paquetes individuales (una bolsa, un plátano) con el consiguiente gasto de energía que eso conlleva, el consuelo me llegaba con la sola visión de una idea que eliminaría de un plumazo gran cantidad de residuos.
Se trata de Coffree, un envase de café instantáneo biodegradable que en apariencia es tan solo un sobrecito más, pero con un leve gesto se convierte en un ligero vaso contenedor, en el cual tan solo hace falta verter agua o leche caliente para poder beber. Se abre retirando la banda superior, y tirando de una pequeña tira con las instrucciones impresas, se transforma en un pequeño vaso cuadrado de papel. Tras verter el líquido correspondiente, solo hay que remover con la tira, pues el azúcar viene incorporado.
No hay nada como tomar un café expreso reposado y en taza, no os quito razón, pero Coffree podía solucionar esos cafés rápidos de aeropuerto u hospital, que entonan escasamente el cuerpo a la vez que generan gran cantidad de residuos: vaso de papel, cucharilla de plástico y envase edulcorante.
Vía | Isopixel
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