Probablemente, si tuviera que agasajar a mi madre con un bebida, esa sería la cerveza Rosita White IPA, que la tiene enamorada, pero tampoco descartaría los originales refrescos La Gloria, perfectos para un picnic vintage el Día de la Madre.
Y es que en cuanto a refrescos se refiere, no hay demasiada alternativa más allá de las más conocidas y sus equivalentes en marca blanca. La Gloria es una gama de refrescos que busca ofrece una alternativa premium con sabores con un toque mediterráneo y un diseño retro, así como siendo los primeros refrescos en incluir Stevia, el único edulcorante de origen natural.
Probamos los refrescos La Gloria
Lo primero que destaca de los refrescos La Gloria es el diseño. Cada refresco luce su llamativo color en un botellín completamente transparente, sobre el que destaca el logotipo de la marca (una joven en cuya melena al viento se recorta el nombre) y también la variedad.
En concreto hay tres variedades: Clementine Orange (naranja), Sicilian Lemon (limón) y Mediterranean Cola (cola), cada una de las cuales aporta un toque diferente a los tradicionales sabores.
La Gloria Sicilian Lemon
A la hora de probar los refrescos La Gloria, decidí comenzar por el más amargo e ir escalando en dulzura. Aunque sea un poco spoiler, os adelanto que este de limón es, de los tres, mi preferido.
El motivo de esta predilección puede que tenga que ver con los recuerdos de la infancia que el refresco me evocaba. La Gloria Sicilian Lemon me recordaba al granizado de limón que mi abuela preparaba en verano. Y claro, eso es insuperable.
Me gustaría destacar también la finura de la burbuja, hasta el punto que incluso recomendaría beber el refresco directamente del botellín con una pajita (algo que también sugieren desde la marca, aunque no lo indica la etiqueta) para que no se pierda este delicado carbónico demasiado pronto.
Como contrapunto, he de matizar que tanto la variedad de limón como las otras dos me resultaron demasiado dulces en general, enmascarando el resto de sabores. Quizás sea la Stevia, un dulzor al que no estoy acostumbrado, pero la sensación está ahí.
La Gloria Clementine Orange
De los tres refrescos de La Gloria, el de naranja (o en su versión poética, Clementine Orange) fue el que menos me gustó. Me esperaba un toque de mandarina o algo que tuviera un punto mediterráneo, y la verdad es que el dulzor excesivo que he mencionado antes lo eclipsaba todo.
Tampoco me entusiasmó no encontrar zumo de naranja entre los ingredientes. Esto es algo que podía entender en el de limón y en el de cola, pero no en el de naranja. Y es que aunque en su comunicación la marca destaca su uso de ingredientes naturales (especialmente el de Stevia sustituyendo parcialmente al azúcar), echar un vistazo a la etiqueta no es esperanzador:
- Agua carbonatada, azúcar, acidulante (ácido cítrico), corrector de acidez (citrato trisódico), edulcorante (glicósidos de esteviol), espesante (E-1450), aroma natural de naranja, estabilizadores (E-444 y E-445), antioxidante (ácido ascórbico), colorante (carotenos y beta-apo-8-carotenal).
La Gloria Mediterranean Cola
Llegamos ahora al más sorprendente de los tres refrescos de La Gloria: Mediterranean Cola. Sin duda es una apuesta arriesgada ofrecer un refresco de cola teniendo en cuenta lo acostumbrado que tenemos el paladar al sabor de las grandes marcas, y este sin duda logra sacarnos de nuestra zona de confort.
Manteniendo el agradable carbónico de sus hermanos (y con un dulzor más moderado), el Mediterranean Cola destaca por un intenso sabor a cola, tanto que además de notas de vainilla y canela, trae recuerdos de cacao y de café, por momentos, del mítico Colajet (no sé si esto es bueno o malo). Desde luego, no es un refresco que te deje indiferente.
La Gloria, refrescos no tan premium
Sin duda los refrescos La Gloria son ideales para un picnic sorprendente con un toque vintage, pero lo que sí hay que matizar es que no son refrescos realmente premium. Desde luego lo aparentan (y lo pagas, a 1,30 euros el botellín) porque el diseño es muy atractivo y apela a la nostalgia con tino, pero aunque tienen puntos positivos, como ese delicado carbónico que los hace ligeros o esos sabores originales, no son más naturales o artificiales que el resto.
Es cierto que emplean Stevia para reducir la cantidad de azúcar, evitando el uso de otros edulcorantes, y también es verdad que, al menos según su web, los aromas que usan proceden de las frutas que mencionan (limón siciliano, naranja clementina, vainilla de veracruz y canela de Sri Lanka), pero la ausencia de zumos naturales y el exceso de otros ingredientes le resta un poco de encanto al asunto. O al menos esa es mi opinión. En cualquier caso se agradece que existan estas alternativas.
Más información | La Gloria
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