101 experiencias gastronómicas que no te puedes perder

Me encanta rebuscar entre los libros de gastronomía de las grandes librerías. En algunas la oferta es más bien uniforme, con publicaciones enfocadas a mostrar recopilaciones de recetas puras y duras, pero de vez en cuando cae en mis manos un ejemplar diferente con algo que contar y entonces empieza el disfrute.

Hace dos semanas tuve que hacer tiempo en una zona cercana a un centro comercial, y descubrí una enorme librería en la que perderme un rato. Allí estaba este libro, 101 experiencias gastronómicas que no te puedes perder, escrito a seis manos por José Carlos Capel, Julia Pérez y Federico Oldenburg.

Como relata Boris Izaguirre en el prólogo, este libro es un compendio de crónicas sobre sitios donde comer sigue siendo una alquimia entre el producto y el talento. Por tanto estamos ante una lista de lugares y productos seleccionados tras las visitas de los autores, en los que han encontrado un hecho diferenciador, de esas notas que se susurran al oído cuando se habla de buen comer.

Los autores avisan de que esta recopilación está hecha desde la pasión, en viajes conjuntos o en solitario, y que no pretende ser un catálogo de los mejores restaurantes o productos. Con estos conceptos claros, nos sumergimos en sus páginas para comprobar que cada experiencia se acompaña de una profunda reflexión; así, para hablarnos de las anchoas del cantábrico en el Cenador de Amós, antes nos ponen en antecedentes con detalles sobre el proceso de elaboración, el aspecto de un buen producto, y una puesta en escena de la anchoa a través de la historia.

Una estructura que hace de este libro mucho más que una relación de buenos productos y lugares donde comerlos, sino que profundiza sobre ellos, ilustrando e informando al lector. Angulas, bacalao, bombones, calamares, tostones o cruasanes son solo algunos de los protagonistas de cada capítulo, encabezados con sonoros y concisos títulos. Un libro para comérselo día a día, capítulo a capítulo.