Habrás oído en infinidad de ocasiones que el pez espada y el emperador son lo mismo. Y probablemente no lo hayas puesto en cuarentena porque quien te lo decía estaba tan convencido y transmitía una seguridad tan aplastante que ni te llegaste a plantear lo de cuestionarlo. Pues bien, todo apunta a que ya va siendo hora de aclarar esta duda, aunque solo sea para vacilar delante de los amigos.
¿Quieres aprender a diferenciar un pez espada de un emperador, pescado típico para cocinar a la plancha? Pues toma buena nota del material que hemos recopilado para ti porque no tiene desperdicio.
Una leyenda acuática
A pesar de que la creencia de que son formas diferentes de referirse a un mismo pescado sigue estando aún muy vigente, lo cierto es que no son el mismo pescado. De hecho hablamos de peces que en apariencia son muy diferentes, aunque sí que es cierto que los filetes de carne (que es lo que vemos el común de los mortales) tienen un aspecto muy similar.
Las características de cada uno de ellos las veremos más adelante, aunque conviene dejar claro desde el principio que el pez espada se comercializa infinitamente más que el emperador, debido a la escasez de la pesca de éste último. De hecho es muy probable que ni tú ni yo hayamos probado nunca un auténtico emperador.
Así que ya sabes, si tienes la suerte de encontrar Luvarus imperialis en el mercado del barrio, no lo dudes. ¡Hazte con un ejemplar y nos cuentas tus impresiones!
Pez espada: características y propiedades
De nombre científico Xiphias gladius, es un pez perciforme de la familia Xiphiidae. Esta especie predadora y migratoria se puede encontrar en aguas tropicales, subtropicales y templadas de todo el mundo.
Su característica principal es ese pico largo y aplanado que le da nombre, ya que se parece a una espada (en latín gladius significa espada). Lo utiliza para cazar y para defenderse. Otro de sus rasgos distintivos es que pierde todos sus dientes y escamas en su etapa adulta.
En cuanto a sus dimensiones, debes saber que alcanzan un tamaño máximo de 4,3 m y un peso de 540 kg (los machos rara vez superan los 135 kg). Las hembras, por su parte, además de ser mucho más corpulentas, maduran un año más tarde que los machos (a los 4 o 5 años de edad).
Como curiosidad, señalar que durante la época de apareamiento los peces forman parejas y que las hembras pueden llevar en sus gónadas una cantidad de entre 1 y 29 millones de huevos. Por otra parte, el desove se lleva a lo largo de todo el año en zonas cálidas, mientras que en primavera y verano se lleva a cabo en las zonas más frías.
Si atendemos a sus propiedades, en el caso del pez espada hablamos de un pescado azul, aunque dependiendo de la época del año o su zona de pesca puede pasar de ser graso a semigraso. Su porcentaje de grasa oscila entre el 6% y el 4%, y las calorías se sitúan en torno a 110 cuando se trata de la variedad semigrasa.
En cuanto a las demás propiedades nutricionales del pez espada, destacar que es un alimento que destaca por su contenido en vitamina A, vitamina D, vitamina B3, vitamina B6, vitamina B12, proteínas, minerales como el selenio, fósforo, potasio y magnesio, y ácidos grasos como el omega 3 y 6. Además, la carne del pez espada también aporta proteínas completas para mantener la masa corporal y las defensas. Y sus grasas, ricas en omega 3 y 6, nos ayudan a bajar el colesterol y a mantener las arterias en perfecto estado de revista.
Emperador: características y propiedades
Ya por su nombre científico, Luvarus imperialis, podemos deducir que pertenece a la familia Luvaridae de la orden Perciforme, la misma que la del pez espada, pero que sepas que esto es lo único que tienen en común, además de que ambas especies pierden sus dientes al llegar a su edad adulta.
El emperador, un pez solitario a más no poder, se encuentra en aguas tropicales y subtropicales de todos los océanos a una profundidad de 300 m. Uno de sus rasgos distintivos es que el inicio de la aleta dorsal se va desplazando progresivamente hacia atrás conforme va creciendo. Su longitud máxima es de 1,8 m y generalmente no supera los 100 kg. De nuevo hablamos de unas cifras muy diferentes a las del pez espada.
Su intestino largo nos lleva a pensar que sigue un régimen micrófago o vegetariano y que se suele alimentar de organismos planctónicos, principalmente de macroplancton, así como de larvas de peces y salpas.
Se trata de una especie epipelágica que no suele dejarse ver por zonas costeras. Más bien son peces de aguas libres que difícilmente caen en las redes de los pescadores. Si quieres probar suerte, aunque raramente llega a nuestros mercados, lo suyo es que te acerques a las costas donde se pescan: en el levante mediterráneo, Baleares, Cádiz y Huelva, donde es muy apreciado.
Por último, repasamos sus propiedades de este pescado semigraso (aporta alrededor de un 4% de grasas) que tiene un sabor tan marcado que hace que puedas prescindir de usar mucha sal para degustarlo. Al igual que el pez espada, sus grasas son ricas en omega 3 y 6, y es necesario destacar su aporte saludable en a proteínas, vitaminas y minerales.
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Cómo se distingue el pez espada del emperador
Como se aprecia claramente en las imágenes de arriba, poco se parece el pez espada al emperador. Si quieres aprender a distinguirlos también en la pescadería o el supermercado debes fijarte bien en que una de las características singulares de la carne del pez espada son esas haces musculares que dibujan círculos concéntricos, además de que en la parte central del filete se forma la letra Y con un color marrón oscuro.
Además, el emperador tiene un dorso azulado, mientras que los flancos y el vientre son plateados con reflejos rosados. También te ayudará el hecho de que la parte superior de la cabeza, los pectorales y la parte dorsal sean rosadas (aunque esta última sea negruzca por detrás).
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