Imagino que hacer una buena web cuesta lo mismo que una mala. Sin ser yo un experto en diseño web, es cierto que en muchas de ellas he visto algunos fallos. La mayoría son farragosas, hay que saltar muchas intros decorativas, son lentas y cuesta encontrar el menú y la información de reservas, ocultas tras muchas pantallas. Jon Parro nos envía link a su blog, donde nos muestra su análisis de las páginas web de las estrellas Michelin.
Lejos de lo que cabría esperar, los resultados del análisis son poco favorables, algo descorazonador si tenemos en cuenta que la web es el primer contacto que el público tiene con el local, y debería considerarse parte importante de la imagen y del servicio que se ofrece.
Las webs revisadas son:
• Akelarre, de Pedro Subijana.
• Arzak, de Juan Maria Arzak.
• Berasategui, de Martín Berasategui.
• Can Fabes, de Santi Santamaría.
• El Bulli, de Ferran Adrià.
• Sant Pau, de Carme Ruscadella.
Las animaciones flash son la moda, pero enlentecen la navegación y aportan poca información en general. A veces necesitas diez minutos para encontrar un dato tan simple como el teléfono o la dirección del restaurante, o el formulario de reservas, y ya no digamos el menú o los precios, que no se muestran en muchos casos. Y diez minutos en internet es una eternidad, la mayoría de los navegantes de la red abandonarían antes.
Y es que estos web sites están, muchas veces, diseñados más para dar publicidad a sus cocineros “estrella” que para ofrecer un servicio al público, como el caso de El Bulli dedicada más a dar a conocer los libros de Adriá y sus numerosos proyectos y excelencias, o el caso de Carme Ruscadella, que adquiere protagonismo frente el propio restaurante Sant Pau, con el dominio ruscadella.com. Lo suyo, imagino, es que tuviera su dominio linkado dentro de la web del restaurante.
Otro aspecto que valoro mucho, debido a mi miopía, es la accesibilidad visual, ya que algunos tienen la letra demasiado pequeña o de difícil lectura, como el caso de Akelarre y Can Fabes, donde sufrimos para poder leerlas. Precisamente estas dos webs son las peor paradas en el análisis referido, mientras que la única que “aprueba” es la de Berasategui. Todas las demás presentan “graves deficiencias” que las hacen muy mejorables.
De acuerdo, la web no se come y no tiene nada que ver con la profesionalidad de los que trabajan en estos excelentes, y premiados, restaurantes. Pero es cierto que merecerían estar a la altura de algunos de los mejores cocineros de nuestro país, algo que están lejos de cumplir.
Vía | Jon Parro | entusiasta 2.0
En Directo al Paladar | Estrellas Michelin 2009, las apuestas
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