Prohibido cantar. Este era el cartel que coronaba la barra de un bar en la parte vieja donostiarra. Curiosamente, era el lugar al que muchas cuadrillas acudían a terminar su ronda de poteo, entonado alguna canción popular de la ciudad. Que mis paisanos me saquen de dudas, pero seguramente aquel bar cerró y hoy esté ocupado por un local con una oferta renovada, en el que a nadie se le puede ocurrir ponerse a cantar. Aunque no esté prohibido.
El triste relevo de los bares típicos españoles por una oferta más moderna y snob, es lo que retrata este corto de Ivar Muñoz Rojas y David Álvarez, La muerte del bar español y la invasión del plato cuadrado. En el corto, se plasman los testimonios de quienes atienden bares de los de toda la vida: el Lozano, el Noviciado, o el Palentino, este último con una historia de setenta años a sus espaldas.
Barriles de cerveza a la vista, vitrinas protectoras que elevan las consumiciones casi a la altura de los ojos, cero concesiones a la estética, tragaperras adoptadas a mediados de los años ochenta, camareros confesores, tragos habituales para una parroquia habitual. Estos son los aditamentos de nuestros bares de siempre, los mismos que están viendo como cada vez quedan menos y su clientela se dispersa en busca de otro aire, más subido de precio y con un estilo más cool.
No dejéis de ver el corto, de él extraigo las palabras de Luis Ángel García, del Bar Noviciado, para cerrar este post:
Puedes abrir un bar típico español, con productos típicos españoles, pero eso sí, si quieres que te funcione tendrás que poner platos cuadrados, claro.
Vídeo | Youtube
En Directo al Paladar | Los españoles debemos vivir dentro del bar de la esquina