Fuera de nuestras fronteras existen tradiciones gastronómicas que no debemos dejar de conocer. Hoy os traemos hasta esta ventana un plato muy arraigado en el sureste de Serbia, el belmuz, con más de tres siglos de tradición, alrededor del cual se organiza un concurso anual en Svrljig para escoger la mejor preparación. Cada uno de los seis concursos organizados hasta ahora, han tenido un único ganador, Goran Zivic, que presumimos es un hacha preparando el belmuz.
Como sucede con muchos platos, cada cocinero tiene una receta y una forma de preparar el plato diferente. La receta base se prepara calentando el queso fresco (con gran porcentaje de grasa) y removiendo hasta que queda fundido, momento en el que se le añade la harina, siguiendo con los movimientos circulares hasta que la grasa se separa de la masa, y el belmuz se despega del caldero. Unos minutos a fuego lento aseguran que la masa se solidifique y quede con la forma de un pan. El belmuz es sin duda una preparación que pone los dientes largos y llena de curiosidad a los locos del queso.
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