El turismo gastronómico está de moda. Ya no solo viajamos para visitar los monumentos y atracciones de las ciudades y regiones, sino también para descubrir su comida a través de sus restaurantes, sus bodegas, sus cervecerías... y en algunas ocasiones, sus hoteles.
Y es que, aunque no es la norma, hay algunos que se esfuerzan por ofrecer no solo alojamiento de calidad, sino también por resultar atractivos para el paladar de sus huéspedes. Hoy os traemos una selección de cinco hoteles y un crucero que también son destinos gastronómicos.
Huelga decir que esta selección se va a dejar fuera a muchos hoteles gastronómicos, y que ni siquiera pretende ser la de los mejores, sino simplemente seis destinos que hemos podido degustar y donde recomendaríamos hospedarse si se busca un lugar donde también comer bien.
Hacienda Zorita. Salamanca
Hace ya varios años que pudimos disfrutar de la amplia oferta gastronómica de Hacienda Zorita, pero el recuerdo aún perdura en nuestros paladares. Y es que este complejo es mucho más que una hotel bodega.
También elaboran quesos de oveja y embutidos ibéricos de una gran calidad, y en su restaurante, Zorita's Kitchen, podemos degustar una cena maridaje en la que los ibéricos tienen una presencia importante.
Pullman Barcelona Skipper
Con sus experiencias Gastronomy Thematic, los hoteles Accor de Barcelona buscan ofrecer a sus clientes no solo un gran lugar donde hospedarse, sino también donde descubrir la gastronomía local con un giro innovador.
El restaurante del Pullman Barcelona Skipper se aleja de lo que uno espera de un restaurante de hotel para deleitarnos con una reinterpretación sorprendente de la dieta mediterránea.
Las posibilidades son muchas, pero dos se han quedado grabadas en nuestra memoria: unas patatas bravas y un bocadillo de calamares. Tan clásicos, tan nuevos.
Castell Son Claret. Mallorca
En un enclave maravilloso al suroeste de la isla de Mallorca, el hotel Castell Son Claret esconde un remanso de paz en un paraje sin igual, así como el restaurante Zaranda, que se mudó a la isla en 2010 desde Madrid, y que recientemente ha recibido su segunda estrella Michelín.
Con Fernando Pérez Arellano en los fogones, su cocina es un viaje por la tradición culinaria balear, desde la matanza hasta la huerta, pasando por la pesca, que es la gran protagonista de la carta, con platos espectaculares como las espardenyadas de escabeche de mejillón o el huevo negro con caviar de sepia.
BrookLodge & Macreddin Village. Irlanda
Al sur de Irlanda, cerca de Wicklow, en medio de la campiña irlandesa, encontramos el BrookLodge & Macreddin Village, un hotel enfocado al turismo rural y natural, pero también con una gran implicación en la creciente cultura gastronómica irlandesa.
Allí se celebra cada año el Festival Wild & Slow, que defiende el papel de la caza y la recolección, y es el hogar del Strawberry Tree, el único restaurante orgánico certificado de Irlanda.
La Ciudad el Vino de Marqués de Riscal
Probablemente el hotel bodega más conocido de España. Nosotros lo visitamos hace ya bastantes años, y la experiencia fue espectacular. Solo por el edificio proyectado por Frank Gehry ya merece la pena, pero por supuesto también ofrece una amplísima oferta gastronómica donde, lógicamente, el vino es el protagonista.
Harmony of the Seas: La ciudad flotante con 20 restaurantes
Llegamos finalmente al crucero de nuestra selección de cinco hoteles y un crucero que también son destinos gastronómicos. Y es que Royal Caribbean ha fletado recientemente el Harmony of the Seas, su barco más grande, con capacidad para casi 9.000 personas. Una auténtica ciudad flotante que cuenta con una amplia oferta gastronómica, incluyendo hasta 20 restaurantes, algunos de ellos de autor.
Más allá de los bufés y los grandes salones habituales en este tipo de cruceros, en este barco podemos degustar, entre otros, la interpretación de la cocina italiana de Jamie Oliver en Jamie's Italian o, especialmente, dejarnos llevar por la imaginación en el restaurante Wonderland, el más creativo del barco, donde hasta hay que pintar la carta para que esta se revele ante nosotros.
Con platos como "jardín de brotes", con brotes vegetales sobre una base de "tierra" comestible, o "océano cítrico" con atún marinado picante servido en unas limas a modo de cuenco, el viaje al País de las Maravillas (gastronómicas) está garantizado.
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