En un mundo donde la rapidez y la industrialización marcan el ritmo de nuestra vida diaria, los pequeños lanzamientos gastronómicos que conservan sus raíces tradicionales son cada vez más valorados por la clientela.
Alcampo ha querido acercarse a esta línea e incorporar a sus lineales una novedad en sus estanterías: la horchata de chufa de Valencia, y lo ha hecho bajo una de sus líneas que promueve la proximidad y el sabor: Alcampo Cultivamos lo Bueno.
Esta horchata se vende a un precio de 1,75 euros la botella de 750 mililitros, y aparte de estar elaborada con Denominación de Origen Chufa de Valencia, es una bebida pasteurizada conservada en refrigeración.
Para garantizar una mayor cantidad de sabor en el paladar de los consumidores, esta bebida cuenta con un alto porcentaje de chufa, lo que le da el característico sabor a horchata.
Asimismo, aparte del sabor genuino, el alto porcentaje de este tubérculo en su elaboración le confiere una textura más rica, gracias a su mayor aporte de materia grasa.
Todo esto se consigue mediante un proceso de tratamiento menos agresivo que el de otros competidores, lo que significa que cada sorbo es una experiencia más cercana al producto artesanal original.
Al tener esta trazabilidad de la denominación de origen, la chufa procede de pequeñas producciones que están muy controladas, con el 100% de la fincas identificadas y controladas.
El proveedor controla todo el proceso productivo, desde las fincas hasta el centro de envasado, para tratar de garantizar la máxima frescura del producto hasta que llega a las tiendas de la cadena de supermercados.
Foto | Joana Costa y Alcampo
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