Aunque viajar en metro no suele ser una travesía que lleve demasiado tiempo, sí que pueden darse, en el curso de cualquier trayecto, episodios de hambre repentina, necesidad de carga o cansancio.
Es por eso que el metro de Barcelona acaba de estrenar lo que ha llamado como Paradeta, un punto donde avituallarse en el sentido más amplio y originario de la palabra.
En este se encuentran máquinas automáticas de venta de productos alimentarios, pero también puntos de carga USB, cajero y hasta barras para sentarse.
En estos puntos uno puede reponer energías e hidratarse con botellas de agua, pero también hacer tareas de impresión y fotografía, como imprimir fotografías desde el móvil y hacer uso del mítico servicio de fotomatón.
Para que el viajero no pierda detalle de lo que sucede a su alrededor y pueda continuar su ruta con total tranquilidad, una pantalla le acompaña en este espacio con los horarios actualizados de la línea y eventuales averías e incidencias.
Esta primera paradita se ha estrenado en la estación de La Sagrera, un punto muy concurrido de la línea roja, la L1, que enlaza con los trenes de Cercanías y que tiene gran volumen de pasajeros.
Según ha anunciado Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), se prevé instalar seis puntos más en zonas de alta concurrencia, en concreto intercambiadores de la red de metro, también muy concurridos.
En concreto, estos puntos estarán ubicados en las estaciones de metro de Universitat (L2), Diagonal (L3 y L5), Lesseps (L3), Sants Estació (L3) y Clot (L1), con cobertura en gran parte de las líneas.
Foto | Big Element
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