En junio de 2022, Alejandra Gnisci y Jaime Batista inauguraron su primer restaurante. Se trataba de Narea, en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, de donde es él. Pero las cosas allí, por la razón que fuera, no marcharon como esperaban, y cuando les ofrecieron trasladarse a Vejer de la Frontera, a la céntrica calle Corredera en un local con unas vistas maravillosas, hicieron las maletas camino de la comarca de La Janda. Tras cerrar en Sanlúcar en enero, abrieron en su nueva ubicación el 16 de marzo de 2024.
La joven pareja se conoció en la Escuela de Hostelería de Jerez. A Sanlúcar llegaron tras un recorrido por otras provincias. Jaime marchó a Madrid tras su formación académica, donde aprendió junto a junto a Ramón Freixa, David Muñoz, El Corral de la Morería y el grupo Triciclo. Alejandra, argentina de ascendencia italiana, volvió a su hogar en Torremolinos, trabajando, entre otros, con el chef del caviar, Diego Gallegos. Volvieron a coincidir en la Costa Brava, donde estuvieron en el Celler de Can Roca, y regresaron a la capital, al grupo Triciclo.
Las croquetas de Narea.
En Vejer han encontrado lo que buscaban desde el inicio, porque en Sanlúcar, dice Jaime, «queríamos un local en concreto, un patio de bodega con una parra. Buscábamos un jardín para nuestra cocina, algo que evocara la pureza andaluza. Y aquí lo hemos encontrado».
Mismo concepto gastronómico
El concepto gastronómico, eso sí, no cambia nada. Dice Alejandra que «en la última etapa en Sanlúcar, estábamos llegando al punto que queríamos, una especie de gastronómico con nuestra visión personal». Ahora juegan mucho, como siempre han hecho, con los productos de temporada y los fuera de carta, que ofrecen a sus clientes en un restaurante con una terraza en plena calle Corredera, y un jardín interior desde donde se contemplan unas maravillosas vistas. Allí dan rienda suelta a su imaginación con una cocina tradicional marcada por cierta fusión internacional con el toque personal de ambos.
Jaime y Alejandra, en la entrada de Narea, en Vejer.
Entran en su carta platos como la ensaladilla, que nunca antes habían tenido, con un tartar de langostinos al ajillo, y otros que recuerdan a Sanlúcar pero con el toque local de Vejer, como es la raya en manteca colorá. Uno de sus pases más triunfadores es el de las croquetas de kimchi con pastrami de retinta casero y txuletesa, que también tiene su versión vegetariana, al igual que otros platos de la carta.
De hecho, muchos son adaptables, pero habrá otros que no tengan ni que tocar, ya que en su carta otorgan gran protagonismo a las verduras, convirtiéndolas, recuerdan, en algo más que el típico acompañamiento.
Otro de los platos del restaurante Narea.
Alejandra y Jaime han querido presentar algo de pasta fresca, en recuerdo a los orígenes italianos de ella, con platos como el ravioli de calabaza y nueces y el canelón de rabo de toro. Y al menos en verano, tienen también disponible un brunch.
Comienza así el camino de Narea en Vejer, donde Alejandra Gnisci y Jaime Batista se encuentran muy cómodos y felices, y eso es algo que se nota en su cocina. Por suerte para los comensales, sin duda.
Narea
- Dónde: C. de la Corredera, 21. Vejer de la Frontera. Cádiz.
- Precio medio: 40 euros
- Reservas: 601 65 50 02
- Horario: cerrado martes. Lunes y miércoles solo cenas.
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