Si tuviera que definir en breves palabras la filosofía de esta ensalada, sin duda la calificaría como un referente de la huerta y el mar, ya que en ella pude contrastar tanto los sabores de la tierra como los del mar.
Les invito a probar la simplicidad del buen comer con esta ensalada de capellán, salazones, hojas, brotes y flores acompañada de un aceite de oliva perfumado al pimentón.
Para los ingredientes de la ensalada: 120 grs de rucula selvática, 100 grs de mache francés, 100 grs de tatsoi, 100 grs de endivia roja, 100 grs de diente de léon, 80 grs de germinados de lentejas, 100 grs de hoja de remolacha, 30 grs de pétalos de flores. Lavar y preparar las hojas manteniendo las mismas en un lugar fresco hasta el momento del pase.
Para el Salazon y capellan: 150 grs de salazones, 150 grs de capellán seco. Quemamos el capellán a las brasas por espacio de 2 minutos y luego cortamos en dados de 1x1 cm, reservamos en aceite de oliva.
Cortamos en láminas no muy gruesas el salazón y reservamos en un container cerrado hasta el momento del emplatado.
Para la vinagreta: 200 cc. de aceite de oliva 0,4º, 300 cc. de vinagre balsámico, 20 grs de pimentón de la vera dulce. Mezclar el vinagre reducido con sal, diluir, añadir el pimentón y mezclar. Incorporar el aceite, no emulsionar y reservar temperatura ambiente.
Montaje del plato:
Alinear en un bowl las hojas de ensalada con un poco de aceite de oliva 0,4, sal y pimienta. Ir colocando las hojas en el centro del plato dando volumen al mismo, a un costado colocar la macedonia de capellán, las laminas de salazones y terminar con la vinagreta de pimentón y un poco de sal maldon.
Espero que lo disfruten como yo lo hice, animo y a cocinar !!!!