La Ribeira Sacra está emplazada en el corazón de la Galicia profunda, en la misteriosa Galicia donde lo mitológico, lo mágico, lo místico y lo sacro cobran sentido y adoptan una forma tangible y real fundiéndose con el entorno.
Es D.O. desde 1997 y ocupa, a caballo entre las provincias de Lugo y Orense, cinco zonas principales de elaboración: Quiroga-Bibei, Amandi, Chantada, Ribeira do Miño y Ribeira do Sil, cada una con unas condiciones climáticas y edafológicas particulares.
Es una espectacular zona vinícola donde las viñas penden desafiando a la gravedad en los profundos valles y en los escarpados barrancos que salvaguardan el discurrir de los rios Miño y Sil. Tradicionalmente, la Ribeira Sacra siempre ha sido zona de exigua calidad, pero un importante esfuerzo en inversión e innovación ha disparado el interés del mercado en sus vinos.
La zona elabora tanto vinos blancos como tintos, los más interesantes, a partir de las variedades autóctonas tradicionales, es decir las blancas godello, albariño y treixadura y las tintas mencía, brancellao y merenzao. La escasa producción de la zona, junto con el merecido reconocimiento que los vinos de la Ribeira están recibiendo en el mercado nacional hace que en muchas ocasiones no sea fácil su adquisición.
La dura y dispersa orografía de la zona condiciona la imposición de una viticultura minifundista y cooperativista, tan extendida en Galicia. Los bancales sujetan al viñedo sobre pronunciadas pendientes, lo que casi obliga al trabajo manual en la viña, con escasa posibilidad de mecanización.
El potencial que tiene la D.O. es incontestable, con el tiempo, puede llegar a convertirse en la próxima Priorat española, recurrir al paralelismo entre ambas zonas parece inevitable. Pero para conseguirlo, primero tienen que creerselo.
Tienen que creer que imitar lo que se hace en otras zonas puede resultar muy perjudicial para la imagen de calidad que vayan a proyectar. Para ello, deben de cuidar la actividad del viñedo, sin caer en los actuales modismos de sobremaduración ni sobreextracción que tanto perseveran en otras zonas vitivinícolas y que en nada beneficiarían al vino de la Ribeira Sacra. La búsqueda de su personalidad, de la expresión de la tierra de donde procede a través de la uva ha de ser el caballo de batalla que motive la producción.
El presente del vino de Ribeira Sacra es muy brillante. Pero su futuro puede ser espectacular. Qué ganas tengo de verlo.
En Directo al Paladar hemos recurrido a dos vinos hermanos catados esta semana para dar a conocer las características de las zonas. Lalama y Lapola son hermanos pertenecientes a la misma bodega, Dominio do Bibei. Pero con la misma confianza que acudimos a estos ejemplos podiamos haber citado muchos otros... bodegas como Algueira, Chao do Couso, Guímaro... dan lustre a una zona vitivinícola con un potencial excepcional.
Foto l Xindilo En Directo al Paladar l D.O. Rias Baixas En Directo al Paladar l Galicia, ¿La sientes?
