La cebolla caramelizada llegó a nuestras vidas para dar una dulce alegría, sin azúcar, a un montón de platos donde el contrapunto goloso le va de perlas. Razones para apostar por la cebolla caramelizada no fallan y, sobre todo, ocasiones para utilizarla.
Como vais a ver en esta sencillísima receta, hacer cebolla caramelizada no tiene ningún misterio, pero sí tiene un par de truquitos que acelerarán el caramelizado y no, ninguno de ellos pasa por añadir azúcar.
Es cierto que es muy frecuente agregar un pelín de azúcar para favorecer este proceso y acortarlo, pero nosotros vamos a obviarlo porque no queremos añadir calorías a la fiesta. Lo que sí vamos a hacer es una cantidad generosa de cebolla caramelizada, que dará para unas seis personas, y que luego podéis usar al gusto.
La ventaja que tiene esta receta es que luego se puede recalentar muy fácilmente a pequeños toques en el microondas y así nos aseguramos de no recocerla más de la cuenta. Por lo demás, cero misterios en mantenerla en la nevera en un tarro hermético para utilizarla cuando convenga.
Pelar y cortar la cebolla en juliana de la manera más homogénea posible. Poner en una olla ancha y baja (o sartén antiadherente) con tapa el aceite, la cebolla y la sal.
Remover durante dos minutos mientras está a fuego medio y cuando alcance temperatura poner la tapa y bajar a fuego bajo. Remover cada 10 minutos para ver que no se agarra ni coge color aún.
Si la cebolla no suelta suficiente agua y en la primera media hora se queda seca, podemos añadir el agua opcional para generar la humedad suficiente.
Lo importante de la cebolla caramelizada es dejar que se caramelicen sus azúcares, cocinando la cebolla muy despacio durante 90 minutos aproximadamente.
Pasado este tiempo, destapamos y dejamos que se caramelice lentamente removiendo cada pocos minutos para que quede toda del mismo color.
Acabado, reservar y escurrir el exceso de aceite.
Cómo utilizar la cebolla caramelizada
Como guarnición, pero también para utilizar en una tortilla de patatas, una tortilla francesa o para distribuir en una quiche, una empanada o con una receta de pasta. También para acompañar pescado a la plancha, pollo frito, pechuga de pollo, pescado al horno o directamente hamburguesas, perritos calientes, bocadillos o tacos resulta perfecta.
En DAP | Cómo hacer cebolla frita crujiente en el microondas
En DAP | Cómo cortar o picar cebollas sin llorar