Una semana más me asomo a este huequecito que Directo al Paladar me cede para que os hable de vinos, y en esta ocasión os presento un tinto de la D.O. Ribera del Duero muy fácil de tomar y a un precio recomendado por la bodega que lo elabora de 7 euros, aunque como en este país hay tanto "listillo" suelto uno lo puede encontrar por entre 9 y 10 euros si no compara los precios de varias tiendas.
El Trus Roble 2012 es un monovarietal 100% Tinta del País, variedad de la familia de la Tempranillo, que elabora Bodegas Trus en la localidad vallisoletana de Piñel de Abajo. Cuenta con un diseño moderno y elegante que busca acercar al "Territorio Vino" a personas jóvenes de mente que desean huir del tradicionalismo de algunos vinos clásicos y acercarse a la modernidad vinícola que ha comenzado a imperar en toda España. Eso sí, hay que decir que tarda bastante en abrirse y expresar todas sus potencialidades. A El Enófilo 2.0 le costó un par de días que el vino estuviera perfecto.
En el interior del Trus Roble 2012
La apariencia de la botella me seduce. Es muy bonita la foto de esa cepa en color sepia y el diseño sencillo de las letras que conforman la marca.
Este Ribera del Duero (no digamos "un ribera" porque en España hay varias denominaciones que comienzan así y no se merecen ese ninguneo) tiene un color púrpura con matices violáceos que demuestran su juventud. Tiene una capa profunda y brillante.
En nariz ha sido curiosa su evolución. Nada más abrirse la botella sentimos aromas no muy agradables como caucho de neumático, laca de uñas y barniz. A medida que el vino se va abriendo empezamos a sentir alguna satisfacción, justo lo contrario de lo que les pasaba a los Rolling Stones en su legendaria canción. Comienzan a expresarse las frutas rojas maduras, las notas especiadas y los frutos secos. La barrica se hace presente pero de manera bastante bien integrada.
En la fase gustativa descubrimos una entrada franca y agradable, ligera, aunque no exenta de cuerpo. Sentimos notas golosas que hacen muy apetitosa su degustación. Todos los aromas que notamos en nariz saltan al ruedo en la boca y nos dirigen hacia un final algo ahumado y especiado.
El Trus Roble 2012 es un vino fácil de beber aunque recomiendo abrirlo y dejarlo oxigenar largo tiempo, cerrarlo con una bomba de vacío un par de días y beberlo después para eliminar esos aromas algo químicos que notamos en la primera degustación. Tomadas estas precauciones el vino es muy agradable.
Para armonizar este vino con la comida no hay que volverse locos puesto que combina bien tanto con carnes rojas, asados, y estofados, como con embutidos y quesos de oveja.
Pinceladas sobre la bodega
El nombre de la bodega es una sigla formada con las iniciales de las palabras "tierra", "roble", "uva" y "sol", los términos que son el leitmotiv de la misma desde el año de su fundación en 1999. Bodegas Trus cuenta con más de sesenta hectáreas de viñedo de Tinto Fino, variedad con la que elabora todos sus vinos, así como con todos los elementos necesarios para llevar a cabo el proceso de vinificación en un mismo emplazamiento, un edificio precioso.
Salud y a catar.
Trus Roble 2012
Vino tinto con crianza de seis meses en barricas de roble francés Añada 2012 100% Tinta del País Bodegas Trus D.O. Ribera del Duero 13,5% Volumen alcohólico PVP aproximado: 7 euros en bodega
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