Sanz Clásico 2012 y Sanz Verdejo 2012, esencia de Rueda

Esta semana El Enófilo 2.0 os quiere acercar a la bodega más antigua de la zona de Rueda para degustar dos de sus emblemáticos vinos blancos, Sanz Clásico 2012 y Sanz Verdejo 2012. Haré la cata de ambos para que podáis elegir el más adecuado a vuestros gustos, o el que más se adapte a los platos con los que lo vais a acompañar.

La bodega Vinos Sanz fue creada en el año 1870 en la localidad vallisoletana de La Seca por parte de la familia de los Donatos. Apostaron por la variedad Verdejo que era la autóctona de la zona pero que estaba muy denostada en aquel tiempo puesto que mandaban los vinos tintos y claretes. Seis generaciones de integrantes de esta familia después puedo decir que la arriesgada apuesta les ha salido a la perfección.

Cata del Sanz Clásico 2012

Se trata de un coupage de Verdejo y Viura, uva que en algunas zonas de España es conocida como Macabeo. Su color es de un amarillo pajizo pálido, brillante y limpio.

En nariz notamos claramente su juventud, ya que es de mediana intensidad. Aparecen notas de manzana verde y pera.

En la boca percibimos un toque salino, puesto que es un vino seco. Es de paso medio, con un buen equilibrio entre la acidez y el fuerte componente alcohólico. Encontramos un toque a frutas con hueso como la maracuyá y el melocotón.

Este vino le irá perfectamente a cualquier guiso de pescado o marisco, como por ejemplo, unas almejas en salsa verde, y a un buen arroz a banda.

Cata del Sanz Verdejo 2012

Como podemos adivinar por el nombre del vino se trata de un monovarietal Verdejo. Para su elaboración se ha llevado a cabo una vendimia a mano seleccionando los mejores racimos del viñedo propio de la bodega.

Tiene un color amarillo dorado con toques verdosos, muy común en esta variedad de uva. Es limpio y brillante.

En la nariz encontramos mucha intensidad a frutas blancas y tropicales, así como a orejones. También percibimos matices a flores blancas. Es complejo y divertido.

En la boca aparece un toque salino parecido al que ya vimos en su hermano Sanz Clásico, aunque el Verdejo es más fresco, más frutal, y de paso más largo y sabroso.

Mi maridaje ideal para este vino sería una dorada al horno, unas gambas a la plancha, o un queso joven.

Nunca viene mal acercarse a las zonas vinícolas de nuestro país para presenciar en directo cómo se elaboran los vinos y poder probarlos a la vera de donde están plantadas las vides que los generaron.

Nos dicen que Vinos Sanz está ideando la construcción de una nueva bodega más moderna y adaptada a los gustos de hoy en día. Suponemos que apostarán por el turismo enológico. Ya no habrá excusas para perderse por este precioso rinconcito de Valladolid.

Salud, y a catar.