Esta semana me he propuesto desterrar un mito que parece grabado a fuego en las mentes de muchas personas que consideran imposible que se pueda acceder a un vino Gran Reserva sin gastar una buena cantidad de dinero para conseguirlo. No solo es posible, sino que además el vino manchego que hoy recomiendo es muy apropiado para una comida contundente de otoño o invierno, y lo más importante, es apto para todos los bolsillos.
El Estola Gran reserva 2004 es elaborado por Bodegas Ayuso en la localidad albaceteña de Villarrobledo, en el corazón de La Mancha, la zona de mayor extensión de viñedo de toda España, aunque bien es cierto que no todo dirigido a elaborar vinos de calidad. No es el caso del vino que nos ocupa, que además de estar rico permite la democratización de los vinos largamente envejecidos.
Desentrañando el Estola Gran Reserva 2004
Se trata de un vino de un intenso color rojo rubí con tonos teja y anaranjados que cuenta con una buena capa y mucha lágrima. Ante nuestros ojos se muestra un vino serio y apetecible.
En nariz el vino se muestra cálido y lleno de matices que van desde las frutas negras compotadas, plenas de madurez, a los recuerdos de monte bajo, pasando por las notas especiadas de pimienta y nuez moscada. Al final de la fase olfativa aparecen en plenitud los aromas terciarios que desprende la barrica de roble tales como vainilla, nata y coco.
Su entrada en boca es ácida debido al intenso recuerdo de frutillos rojos silvestres. Al ratito se torna picante por las notas especiadas que posee y termina con reminiscencias torrefactas. Tiene un paso largo y aterciopelado con un final muy agradable lleno de suavidad y ligereza. La madera ha sido bien trabajada para conseguir unos taninos delicados.
El Estola Gran Reserva 2004 armoniza de manera sensacional con quesos manchegos curados, así como con guisos de caza de pluma y pelo, y con carnes rojas.
Antes de que el huidizo buen tiempo regrese para quedarse definitivamente es el momento de probar este Gran Reserva acompañando una buena comida familiar o una reunión entre amigos en la que no se descuide el buen comer. Como ya sabéis los que me seguís soy de la opinión de que el vino se inventó para acompañar a la comida y potenciarse ambos recíprocamente. No hay nada más triste que beberse unos vinos sin nada sólido que lo sustente. El vino y la gastronomía unidos son bienes culturales invencibles.
A disfrutar de estos placeres que son de los pocos a los que nunca habría que renunciar.
Salud y a catar.
Estola Gran Reserva 2004
Vino Tinto Gran Reserva Añada 2004 Coupage de Cencibel (Tempranillo) y Cabernet Sauvignon Bodegas Ayuso D.O. La Mancha 13,5% Volumen alcohólico PVP aproximado: por debajo de 7 euros
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