Hoy en día son muy diversos los materiales con los que se fabrican las baterías de cocina, y entre ellos se encuentra uno de los materiales más utilizados desde siempre y todo un clásico, como lo es el hierro colado.
Las baterías de hierro colado son de una excelente calidad, fuertes, muy duraderas, retienen el calor extraordinariamente bien y lo distribuyen de un modo uniforme. Son extraordinarias para una cocción larga y lenta.
Este tipo de materiales tienen una gran durabilidad, incluso se dice que solían pasar de una generación a otra intactas. Sólo tenemos que realizar unos pequeños pasos previos antes de utilizarla por primera vez para obtener un acabado antiadherente y conseguir que nos duren como nueva muchos años.
Para ello tenemos que lavar la cacerola con agua caliente jabonosa y secarla muy bien. Una vez lavada tenemos que frotar por toda la superficie, también la externa y la tapa, con un paño empapado de aceite vegetal. Luego la introducimos durante una media hora en el horno a 175º boca abajo. Pasado este tiempo la dejamos enfriar.
También es aconsejable que después de cada utilización frotemos la superficie interior con un paño y un poco de aceite.
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