El consumo de frutas tiende a aumentar durante el verano. Y esto se debe a varias razones. En principio, ciertas frutas están en temporada y son más fáciles de encontrar en su punto óptimo de madurez. Esto las hace más sabrosas y atractivas para consumir. Desde ciruelas, fresas, cerezas y melocotones, hasta los iconos melón y sandía. Son refrescantes, dulces y jugosas, y ayudan a mantenernos hidratados cuando el calor aprieta.
Durante el verano, es común incluir ensaladas, smoothies, helados y otras preparaciones frescas que suelen incorporar frutas como ingredientes principales o secundarios, como las recetas que presentamos a continuación.
Lunes
- Almuerzo: Gazpacho suave de sandía
- Cena: Ensalada de alubias blancas
Martes
- Almuerzo: Ensalada de cuchara de verano con melón, pepino y aguacate con una porción de arroz blanco.
- Cena: Pasta con salsa rosa de remolacha
Miércoles
- Almuerzo: Tallarines de pepino con yogur (utilizando yogur de origen vegetal) con medallón de remolacha, arroz integral y alubias
- Cena: Ensalada de melón refrescante (sin el queso) con unos pinchos de tofu adobados
Jueves
- Almuerzo: Espaguetis con verduras
- Cena: Ensalada de arroz integral, melón y sésamo
Viernes
- Almuerzo: Gazpacho de melón
- Cena: Ensalada de manzana y fresas con pipas con migas de tempeh
Sábado
- Almuerzo: Ensalada de fresones con brotes y frutos secos con tofucream y tostadas de pan casero
- Cena: Ensalada de alubias blancas con tomates variados
Domingo
- Almuerzo: Hummus con ensalada con fruta fresca, pipas y orejones
- Cena: Espaguetis con frutos secos
Desayuno, merienda y caprichos dulces
Aperitivo y picoteo
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