El repollo salteado con tomates secos es una deliciosa y sencilla guarnición que añade un toque de color y sabor a cualquier comida. Al combinar la frescura y textura crujiente del repollo con el sabor concentrado y ligeramente dulce de los tomates secos, se logra una combinación de sabores que complementa una amplia variedad de platos. Por su preparación rápida y fácil, en una opción conveniente para llevar al trabajo por ejemplo.
En tanto su calidad nutricional, el repollo es una excelente fuente de fibra, vitaminas C y K, así como de antioxidantes. Su textura crujiente y suave sabor lo hacen versátil para cocinar, y al ser económico, es un complemento ideal al menú. Por su parte, los tomates secos son ricos en licopeno, un antioxidante que se ha asociado con beneficios para la salud del corazón y la piel. Además, aportan un sabor ligeramente dulce a los platillos, dando un toque de complejidad a esta guarnición.
Unos 20 minutos antes de comenzar la receta, hidratar los tomates secos en agua tibia. Pasado el tiempo, quitar el agua y cortar en cuartos.
Retirar la primera capa de hojas del repollo. Cortar una rodaja en la base para apoyar y facilitar el corte. Cortar groseramente en rebanadas o en tiras alargadas y finas. Para ello nos podemos ayudar de una mandolina, o bien hacerlo directamente con un buen cuchillo. Hacer lo mismo con el puerro.
Tomar una sartén y agregar una a dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté caliente, agregar el puerro y dorar por 5 minutos. Perfumar con la hoja de laurel e incorporar el repollo blanco con media cucharadita de sal, de pimienta negra y la cayena en escamas, y mezclar rápidamente todo. Sumar los tomate secos. Rociar con el caldo de verduras (o agua) y cubrir con una tapa para ablandar, de 10 a 12 minutos aproximadamente.
Comprobar la textura antes. Cuando esté en el punto, retirar del fuego y rectificar el punto de la sal y la pimienta, de ser necesario.
Con qué acompañar el repollo salteado con tomates secos
Servido como guarnición, el repollo salteado con tomates secos se prepara con facilidad. Vibrante, colorido y con un contraste de sabor interesante, es delicioso con un pan de brócoli, guacamole o un huevo poché. Mismo se puede servir con cualquier receta de tempeh, pollo, carne o simplemente un cuenco de arroz blanco.
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