Son muchos los pescados a la plancha que hemos preparado en DAP, desde doradas y lubinas a gallos, bacalaos, merluzas, salmón o bacaladillas, pero pocos hay más tentadores que el bonito del norte.
Perfecto para resolver una cena de verano con, por ejemplo, un poquito de vinagre, con una salsa de ajo y perejil o encebollado, es ideal para no complicarse la vida sin renunciar al sabor.
La clave, como siempre que consumimos pescado, es** tener la certeza de que está fresco** y, en el caso del bonito, eliminar el sangacho —esas partes de carne más oscuras por el contacto con la sangre—, pues amarga el sabor cuando lo cocinamos.
En rodajas enteras como es el caso o, si queréis, podéis separarlo en tacos, el bonito a la plancha queda de maravilla de las dos maneras y lo tendréis listo en apenas 10 minutos.
Atemperamos el bonito, lo secamos y lo salamos por las dos caras, eliminando el sangacho que pueda tener.
Calentamos en una sartén a fuego medio alto un poquito de aceite de oliva y colocamos el bonito allí cuando esté bien caliente.
Cocinamos cuatro o cinco minutos por cada lado, en función del punto que queramos darle, sacamos, reposamos el bonito en el plato un minuto y servimos.
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Con qué acompañar el bonito a la plancha
Como hemos dicho antes, con esta base del bonito a la plancha realmente podríamos hacer cualquier tipo de compañía como un bonito con tomate o un bonito encebollado, pero con una ensalada o un poco de lechuga y tomate ya es un plato perfecto
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