Las crêpes son el postre francés por antonomasia. Con este postre fácil y rápido vas a conseguir disfrutar de ellas como nunca, pero quitándole parte de las calorías que suelen tener cuando se hacen con harina de trigo convencional.
Pueden servir de base para vuestros rellenos favoritos: nata, chocolate, caramelo, frutas o cualquier tipo de sirope. Capaces de alegrar cualquier desayuno o vuestras meriendas, estas crepes de avena son igual de fáciles de hacer que sus homólogas de harina de trigo.
Además, como en otras recetas de desayunos o meriendas, como pueden ser las tortitas, los gofres, los panqueques o las filloas, esta receta apenas llevará una hora para hacerla.
También es una receta ideal para todas aquellas personas que siguen dietas deportivas en las que intentan minimizar la ingesta de harina de trigo, y por ello sustituyen esta por los copos de avena. De esta manera, se consigue además tomar los copos de avena de una forma distinta.
Poner los huevos con la leche y tritura. Añadir la harina, los copos de avena, la vainilla, el azúcar y la cucharada de aceite y triturar todo junto hasta tener una masa homogénea fina.
Guardar en la nevera tapada con film transparente reposando media hora. En una sartén a fuego medio, poner un poco de aceite y añadir un cazo de la mezcla de tal manera que cubra una fina capa toda la superficie de la sartén.
Cuando los bordes del crepe comience a desprenderse de la sartén (unos dos minutos), separar con cuidado el crepe y con una espátula plana darle la vuelta y cocinar un minuto más.
Sacar a una bandeja e ir añadiendo un crep sobre el otro.
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Con qué acompañar las crêpes de avena
Como decíamos anteriormente, estas crepes de avena se pueden acompañar de todo lo que queráis. Mermelada, mantequilla, sirope de caramelo, jarabe de arce, compotas, chocolate, cualquier tipo de fruta cortada o simplemente disfrutar de ellas por sí solas. También, si queréis, las podéis convertir en una receta salada sin ningún problema, igual que cuando se hacen las galettes bretonas.
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