Si hablamos de postres europeos, siempre pensamos en la alta repostería francesa que tanto nos maravilla por sus sensacionales preparaciones horneadas, sin embargo, no hay que demeritar el trabajo de los chefs de otras latitudes, en este caso, de la chef griega Argiro Barbarigou, que se ha viralizado en su país con la preparación de deliciosos postres que muchos han replicado en casa y disfrutado de su único sabor.
Esta deliciosa preparación contiene yogurt, gelatina y fresas, lo que lo convierte en un postre por demás fresco que no necesita del horno para poderlo preparar, y que, además, es perfecto para disfrutar en los días calurosos de este verano.
Para comenzar con la preparación de este postre, necesitaremos 750 gramos de yogur natural, 250 gramos de crema (nata de leche), caramelo azucarado, dos paquetes de galletas simples, un paquete de gelatina de fresa (o del sabor de tu elección) y frutos rojos, que puedes cambiar si quieres usar otro sabor de gelatina.
Comenzamos nuestra receta con el yogur y el caramelo de leche azucarado batiéndolo suavemente en un bowl profundo, sumando una pizca de sal para que se integre bien. En este punto, troceamos las galletas en pedazos no muy pequeños y las integramos a la mezcla.
Para sumar más textura crocante al postre, puedes sumar almendras o nueces, según tu elección, para que se integren junto con las galletas en trozos.
Mezclamos suavemente para que los ingredientes se integren y vertemos sobre un molde circular desmontable o un recipiente refractario que podamos introducir a la nevera, cuidando de presionar con una cuchara o espátula para que no queden huecos de aire.
Mientras esté en el refrigerador (o el congelador para que esté lista más rápido), preparamos la gelatina con normalidad: en este paso, el sabor de la gelatina tiene que concordar con las frutas que quieras usar: como una gelatina de limón con frutos verdes como el kiwi, o una gelatina de fresa con frutos rojos como la frambuesa o la zarzamora.
Cuando tengas lista la gelatina, sacamos la preparación anterior de la nevera asegurándonos de que esté sólida y firme, y así verter el líquido de la gelatina encima y acomodar las frutas de nuestra elección.
Regresamos de nueva cuenta al refrigerador para que la gelatina cuaje, y cuando esté lista, servimos, opcionalmente agregando un poco de crema chantilly y topings para hacerla más llamativa para los pequeños en casa.
Como puedes ver, es fácil preparar un delicioso postre sin ayuda del horno para disfrutar en los soleados días de verano, así que apunta esta receta para tus próximos menús de temporada.