Prepararemos esta receta desde cero, desde su masa crujiente y dorada hasta su cremoso relleno de crema pastelera casera. Además aprovecharemos que las fresas están en su mejor momento para disfrutarlas en esta fabulosa tarta.
Si buscabas un postre para sorprender a tus invitados pero que a la vez sea fácil de preparar, esta tarta puede ser la solución, su elaboración es muy simple y además quedará de lo más vistosa en la mesa.
Lo que la hace infalible es la combinación de sabores y texturas: su base crujiente, la crema pastelera y el sabor fresco y ácido de las fresas.
En lugar de comprar en el supermercado una lámina de hojaldre o masa brisa, siguiendo nuestra receta tendrás una galette casera preparada con cuatro ingredientes que seguro que tienes a mano en la cocina: harina, mantequilla, huevos y azúcar glass.
Te adelantamos que una de las claves del postre está en la textura de la crema pastelera, y que el secreto para conseguir que quede perfecta está en hacerla poco a poco y a fuego medio para que vaya espesando poco a poco y evitar que se nos pegue al fondo de la cazuela.
Comenzaremos preparando la masa del galette, para ello mezclamos en un cuenco amplio la harina con la mantequilla cortada en dados, el azúcar y unas gotas de esencia de vainilla hasta obtener una masa granulosa. Incorporamos el huevo y mezclamos de nuevo hasta que la masa quede homogénea. Hacemos una bola con la masa, la envolvemos con film transparente y la dejamos reposar en la nevera. Precalentamos el horno a 180ºC.
Mientras tanto prepararemos la crema pastelera calentando la leche, la nata y la mitad del azúcar junto con la canela, la piel de limón y unas gotas de esencia de vainilla a fuego medio. Llevamos a ebullición, colamos y retiramos del fuego. En otro recipiente mezclaremos las yemas con el restante del azúcar hasta obtener una mezcla blanquecina. Agregamos entonces la maicena y removemos de nuevo. Vertemos poco a poco la leche caliente sobre la mezcla de yemas sin dejar de remover con las varillas. Pasamos esta mezcla a un cazo, y lo calentamos a fuego medio sin dejar de remover hasta que llegue a ebullición y la crema pastelera se vaya espesando.
Pasamos la crema pastelera a una bandeja con un poco de profundidad y la envolvemos con film transparente sin que haya aire entre la crema y el film. Dejamos atemperar a temperatura ambiente para pasarla posteriormente a la nevera hasta que se enfríe del todo.
Enharinamos una superficie lisa y con ayuda de un rodillo, estiramos la masa para cubrir un molde redondo con poca altura apto para horno. Horneamos la masa durante 30 minutos.
Mientras tanto lavaremos las fresas, retiraremos el pedúnculo y las cortaremos a la mitad. Pasaremos entonces la crema a una manga pastelera para rellenar toda la base de la tarta. La manera más fácil de hacerlo es formando una espiral comenzando por los bordes.
Colocaremos después las fresas del mismo modo que hemos rellenado con la crema pastelera. Para que tus fresas luzcan más jugosas, prepararemos un sirope rápido mezclando el agua con el azúcar hasta que se mezclen totalmente. Pintamos las fresas con el sirope, espolvoreamos un poco de azúcar glass y decoramos con los pistachos.
Con qué acompañar la galette
Esta tarta es ideal para tomar de postre acompañada con una bebida refrescante como un té verde helado con unas hojitas frescas de hierbabuena.
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