Durante la etapa del Covid-19 nadie imaginó las consecuencias que tendría para los negocios el hecho de tener que cerrar por cuestiones de salud, sin embargo, en un giro a la situación que se vivía entonces, se apostó por la tecnología para sacar adelante a aquellos locales que se dedican al rubro de los alimentos, mismos que vieron en las apps una oportunidad de negocio, pero que repercutió en el bolsillo de los consumidores al comprobarse que los precios de los alimentos pedidos por aplicaciones son más caros.
Al respecto, la Profeco de México realizó un estudio en el que demostró que, el precio de los productos varía dependiendo del local, el tipo de comida y la aplicación en la que se hace el pedido, sin embargo, encontró factores en común que hacen que el precio de los alimentos pedidos a través de apps de delivery sean más altos.
Entre los principales factores que determinan los precios de los alimentos que restaurantes o locales venden por aplicaciones, está el de las comisiones por el uso de plataformas digitales: dichas plataformas cobran a los restaurantes una comisión por cada pedido realizado, un monto que se refleja en el precio final que paga el consumidor.
Las aplicaciones de compra también cobran una tarifa de entrega a los usuarios, que suele variar según la distancia del restaurante y la demanda de productos o del lugar al momento de ordenar. Esta tarifa puede sumar desde 20 y hasta 60 pesos adicionales al precio de la comida.
Otro de los elementos que encarecen a los alimentos pedidos por aplicación, es el gasto que los restaurantes tienen que hacer en la inversión de material desechable: desde vasos y platos hasta cucharas y servilletas, este gasto por lo general se carga al consumidor final, ya que, a diferencia de comer en un restaurante o local establecido, el uso de cubiertos reutilizables resulta más económico para el negocio.
Más barato es cocinar en casa
Como un ejercicio de comparación, la Profeco realizó en su revista del consumidor la prueba de que, efectivamente, es más barato cocinar y preparar nuestros alimentos en casa. Como ejemplo, tomó una ensalada de pollo y mango para descubrir que, en la aplicación, la orden de este platillo es de 227 pesos aproximadamente, mientras que, si se prepara en casa, el precio no llega ni a los 23 pesos por porción, es decir, es diez veces más caro pedir alimentos por una aplicación que el preparar la misma receta en nuestra cocina.
Consejos para ahorrar al pedir comida a domicilio:
- Compara precios en diferentes aplicaciones: Antes de realizar un pedido, consulta los precios en varias aplicaciones para asegurarte de obtener el mejor precio posible.
- Aprovecha las promociones: Muchas aplicaciones ofrecen códigos de descuento y promociones especiales. Busca estas ofertas antes de finalizar tu pedido.
- Ponte en contacto directamente con el restaurante: Si te es posible, llama al restaurante para hacer un pedido, así te ahorrarás los costos de envío si el local tiene la facilidad de pasar a recoger o el envío es gratis.
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