Hace relativamente poco he descubierto el pan polar, que se utiliza para elaborar bocados del tipo de estos rollitos de pollo y salsa de anchoas. Siempre he utilizado tortillas de trigo mejicanas, pero su forma redondeada no es la más adecuada ni es sabor es comparable al de este pan plano típico de los países escandinavos.
Me encanta la flexibilidad y la textura de estos panes, lo suaves que son en boca y el sabor ligeramente dulce que tienen. Si los encontráis, tarea nada fácil, no dudéis en haceros con una buena cantidad de ellos. Congelan fenomenal y, además de lo ya mencionado, son geniales para ocasiones en las que buscamos algo fácil y rápido, como estos rollitos de pollo y salsa de anchoas.
Comenzamos por la salsa y, para ello, en un recipiente hondo, machacamos las anchoas con ayuda de un tenedor. Añadimos el ajo, previamente picado o pasado por un prensa-ajos, la mostaza, el limón en zumo y un poco de pimienta molida. Por último, añadimos el aceite poco a poco al tiempo que batimos con unas varillas hasta emulsionar.
Pasamos la salsa al vaso de una batidora de mano y le agregamos 100 ml de nata líquida. Batimos durante un par de minutos o hasta que se integren bien todos los ingredientes. La salsa adquirirá una textura más cremosa al tiempo que suavizamos su sabor. Si la queremos más suave todavía, agregamos un poco más de nata líquida. Reservamos.
Cocemos la pechuga de pollo en un recipiente con abundante agua salada, la pimienta en grano y la hoja de laurel. Transcurridos cinco minutos desde el momento en que comience el herrvor, apagamos el fuego y retiramos de la fuente de calor. Dejamos que el pollo se atempere en su propio caldo antes de retirar, escurrir y cortar en tiras.
Mientras tanto, cortamos la lechuga en chiffonade o juliana fina, la lavamos y la secamos bien. Cortamos también los tomates secos en tiras un poco más gruesas. Colocamos los panes sobre una superficie limpia y extendemos sobre ellos una fina capa de la salsa, la lechuga, el pollo y los tomates secos. Enrollamos y pasamos por la plancha, volteando hasta que se doren por todos lados.
Si no los queremos consumir en el momento, los podemos enrollar en papel film y guardarlos en la nevera hasta un máximo de 24 horas. No más o la salsa reblandecerá el pan demasiado y lo arruinará. También podemos congelarlos y tirar de ellos cuando nos falte el tiempo para cocinar y queramos un bocado sabroso y casero.
Con qué acompañar los rollitos de pollo y salsa de anchoas
Estos rollitos de pollo y salsa de anchoas son una excelente manera de llevar a la mesa un bocado sano y ligero, por ello los recomiendo para la cena. Acompañados de una ensalada, son lo suficientemente saciantes como para contentar al estómago y lo suficientemente sabrosos como para alegrar al paladar.
En Directo al paladar | Wrap César pollo. Receta
En Directo al paladar | Wraps de pavo con salsa tzatziki