No en todas partes de España imaginamos el mismo plato cuando oímos hablar de garbanzos con espinacas. En toda la mitad norte peninsular esta combinación es casi exclusiva del potaje de vigilia, el guiso más típico de Cuaresma y Semana Santa: un plato de cuchara que se consume con fruición en invierno. Pero en la provincia de Sevilla y alrededores es una de sus tapas más típicas.
Los garbanzos con espinacas sevillanos no se comen con cuchara, sino con tenedor, y se acompañan normalmente de pan tostado, en el que se pueden untar unas espinacas cuya textura es casi de crema.
Se trata de una tapa típica de toda la provincia, pero es especialmente popular en Carmona, donde, además, está el bar donde los entendidos dicen que se comen las mejores: el bar Goya.
Unos garbanzos con espinacas antológicos
Este pequeño bar, situado en pleno centro de la ciudad –en los bajos de un pintoresco edificio de estilo neomudéjar–, es la gran institución de las tapas carmonenses y el más longevo de sus bares: lleva abierto sin interrupción desde los años cuarenta del pasado siglo.
En la actualidad dirige el negocio Alberto García, nieto de los fundadores, pero fue su madre, Isabel Bermudo, la que estandarizó un recetario canónico, que hoy ejecuta a la perfección Loli.

Bermudo aprendió a elaborar algunas de las tapas que ya preparaba su suegra, Dolores Machado, cuando ésta estaba al frente de los fogones, pero otras son de cosecha propia como es el caso de sus espinacas con garbanzos, que se caracterizan por tener una untuosidad mayor que las que suelen encontrarse en la capital. La mezcla de salsa de tomate, comino y pimentón es, sencillamente, insuperable.

Un bar con grandes tapas
Pero, aunque las espinacas con garbanzos justifican por si solas una visita al bar Goya, es casi delictivo irse sin probar otras de sus especialidades.
Es brutal la pavía de merluza, jugosísima y de rebozado impecable; la alboronía, el pisto con calabaza típico de la zona; y las recetas de caza menor, abundante en la región, con la que se elaboran platos como la estupenda lasaña de perdiz.

Además de clásicos de la campiña como las albóndigas en salsa, los hígados de cerdo, los riñones al jerez, las manitas o el menudo, el bar Goya no se ha quedado estancado, y se atreve con todo tipo de tapas menos tradicionales. Es el caso, por ejemplo, de la estupenda tosta de gambas al ajillo, elaborada con las gambas picaditas y aderezadas con mayonesa casera sobre un pan de maíz.
Si a todo esto le sumamos una cerveza muy fría, una carta maja de vinos finos y unos precios populares –tapas alrededor de 5 euros, medias en torno a 8–, es imposible salir sin una sonrisa de oreja a oreja.
Bar Goya
- Dirección: C. Prim, 2. Carmona. Sevilla
- Ticket medio: 15 euros.
- Horarios: cierra miércoles.
- Contacto: 954 14 30 60
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