Se lleva lo nórdico. Así que si os gusta este estilo, también lo podéis disfrutar en vuestras meriendas si preparáis estas deliciosas hirams plattär o tortitas suecas, un descubrimiento dulce del que yo solo conocía la versión que nos ofrecen en una conocida cadena de muebles, y que para nada le hacen justicia a las verdadera tortitas caseras que se comen en Suecia.
No voy a negaros que su preparación es un poco más laboriosa que las clásicas tortitas americanas a las que estamos más acostumbrados, sin embargo bien vale la pena hacerlas de vez en cuando para disfrutar de su textura suave, esponjosa y que nos recordará a un soufflé.
Comenzaremos añadiendo en un cazo, el agua, 100 g de mantequilla, el pellizco de sal en un cazo al fuego y llevamos todo a ebullición. Añadimos la harina de una sola vez y removemos con una cuchara de madera hasta que se despegue de la pared del cazo. Retiramos del fuego, pasamos a un bol y removemos hasta que la mezcla enfríe ligeramente. Separamos las claras de las yemas, batimos estas últimas y las añadimos poco a poco a la masa anterior con unas varillas.
Por otra parte batimos las claras a punto de nieve con dos cucharadas de azúcar en un bol y agregamos este merengue delicadamente a la masa. Seguidamente batimos la nata bien fría con la vainilla hasta que quede montada y también la añadimos a la mezcla anterior.
Precalentamos el horno a 200ºC. En una sartén antiadherente engrasada con un poco de mantequilla que nos había sobrado vamos haciendo tortitas del mismo tamaño, que coceremos solo por una de sus caras, sin darles la vuelta durante 2 minutos.
Las vamos pasando a una bandeja de horno con papel de hornear y las ponemos de dos en dos, juntando las caras que no se han tostado en la sartén y que están crudas. Horneamos así durante 7 minutos al horno. Servimos recién hechas.
Con qué acompañar las tortitas suecas
En Suecia estas hirams plattär o tortitas suecas se disfrutan espolvoreadas con abundante azúcar glas, aunque también se suelen acompañar de una confitura de arándanos o incluso miel o frutos secos. Sea como sea, son un postre o merienda distinto que os hara disfrutar en familia de una tarde con aires muy nórdicos.
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