Tener un huerto en casa ya no es solo cosa de aficionados a la jardinería. Con la popularidad creciente de los espacios verdes en entornos urbanos, cada vez más personas buscan formas de cultivar sus propias verduras, ya sea en un balcón, en un pequeño patio o incluso dentro de casa.
Uno de los aspectos más importantes para un huerto exitoso es la elección de las plantas, pero, ojo, también es muy importante el diseño del espacio que estas ocuparán en nuestras vidas.
Algunas especies, como las lechugas, las espinacas y los rábanos, son ideales para el cultivo en macetas, ya que no requieren demasiado espacio ni condiciones especiales. Para quienes disponen de más sitio, tomates y pimientos pueden ser opciones viables con la iluminación adecuada.
Además del tipo de planta, la disposición del huerto es clave. Existen opciones que facilitan el mantenimiento y otras que ayudan a organizarse, a prevenir las malas hierbas o, simplemente, a contribuir que el huerto sea realmente un oasis de paz.
Cultivo vertical
Utilizar estructuras como enrejados, cercas o estacas permite cultivar hortalizas trepadoras como frijoles, guisantes y pepinos. Esto no solo optimiza el espacio, sino que también mejora la circulación de aire y reduce la aparición de plagas.
Caminos de grava
En huertos con camas elevadas, los caminos de grava evitan la acumulación de humedad y barro, facilitando el acceso a las plantas. Además, proporcionan un aspecto ordenado y ayudan a prevenir el crecimiento de malas hierbas.
Contenedores variados
No es necesario invertir en macetas costosas. Viejas carretillas, barriles o incluso muebles reutilizados pueden servir como contenedores para el cultivo de diferentes tipos de verduras, siempre que tengan buen drenaje.

Huerto en balcones
Espacios reducidos como balcones pueden transformarse en pequeños huertos utilizando jardineras colgantes o estructuras verticales. Combinar plantas aromáticas con hortalizas de rápido crecimiento optimiza el espacio y mejora el ambiente.
Optimizar la luz
Organizar las hortalizas según su necesidad de sol es clave para una producción eficiente. Colocar las plantas más altas en la parte posterior y las más bajas al frente permite un mejor aprovechamiento de la luz natural.
Cercas bajas
Usar materiales como ramas de sauce o estacas de madera para crear cercas pequeñas ayuda a definir las áreas del huerto, facilitando la organización y el mantenimiento. Además, aporta un toque estético natural al jardín.
Camas elevadas
Este método consiste en dividir las camas elevadas en secciones cuadradas, asignando a cada una un tipo específico de cultivo. Es una técnica eficiente para maximizar el espacio y mantener un orden visual en el huerto.

Contenedores móviles
Las macetas con ruedas permiten mover las plantas según la temporada o la cantidad de luz disponible. Esto facilita su protección en invierno y permite reorganizar el huerto de acuerdo con las necesidades del cultivo, pero cuidado no acabe en caos.
Mallas contra plagas
El uso de mallas de alambre o estructuras tipo jaula protege los cultivos de plagas como conejos y roedores. Este método es ideal para quienes cultivan en áreas con alta presencia de fauna silvestre.
Camas de acero
Las camas de acero galvanizado ofrecen una alternativa resistente y duradera para el cultivo de verduras. Su diseño elevado mejora el drenaje y reduce la compactación del suelo, facilitando el crecimiento saludable de las plantas.
Foto | Tamara Elnova, Aleksander Dumała y Kampus Production.
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