Las vas a ver por todos los restaurantes, no solo de cocina italiana, sino habidos y por haber. Hace años que la burrata colonizó la hostelería española y tiene motivos para triunfar: es jugosa, es tierna y es fresca.
Pero también, habitualmente, nos dan gato por liebre o nos topamos con precios carísimos en un producto que, cuando es bueno, es sublime, pero que cuando es malo, es nefasto.
Confieso ser un adicto al queso en prácticamente cualquiera de sus versiones y en particular a los quesos frescos italianos, donde la mozzarella, el fiordilatte y la burrata encabezan la ofensiva transalpina para llenar nuestras pastas y pizzas de sabor.
Pero no necesariamente hay que dejarse fortunas para encontrar burratas decentes en España, ni andar pateándose tiendas italianas. Al menos si vuestro presupuesto va ajustado y queréis tener una burrata digna a buen precio.
Las claves de este queso es que haya un buen equilibrio entre la pasta hilada interior –lo que se conoce como stracciatella– y la cobertura exterior, algo más densa y dura, que es la que protege ese cremoso interior. La cuestión es que una burrata para estar buena debe ser suave, fresca, ligeramente ácida (pero no mucho) y percibirse ese gusto a nata y a leche.
Si se pasa de ácida, si está seca, si la leche y la nata no tienen sabor o veis que se ha quedado dura, descartadla porque será una burrata que lleve mucho tiempo elaborada o que, directamente, proceda de un proceso de elaboración no demasiado exigente.
La cuestión, insisto, en que la burrata es un queso necesariamente fresco y eso hace que las versiones que lleguen a España no vayan a ser las mejores del mundo. Eso no quita que haya ejemplos de supermercado que considero dignos y donde, si tengo que quedarme con dos referencias, lo tengo bastante claro.

Mi favorita es la burrata Selección Mundial de Dia, que se puso bastante en serio a ofrecer algo más de calidad en su marca blanca con los quesos internacionales y que, en este caso, elabora la empresa italiana Zanetti para una burrata que tiene una buena relación calidad-precio. También les hacen la mozzarella, que es muy cumplidora en ese sentido.

Mi otra alternativa, aunque quizá sea más complicado de encontrar porque la distribución no es tan amplia, es la burrata Italiamo, que está en los establecimientos de Lidl, que también os recomiendo.
Imágenes | iStock / Dia / Lidl
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