Tradicional de Roma, este plato de la cocina italiana destaca por su sencillez y su sabor inconfundible. Su nombre, saltimbocca, que significa "salta en la boca", describe a la perfección lo irresistible que resulta a cualquier amante de la carne y las cosas sencillas, pero bien hechas.
Se elabora con filetes de ternera, jamón crujiente y hojas de salvia fresca, que se cocinan juntos en una sartén con una base de mantequilla y vino blanco. Esta combinación de ingredientes crea un equilibrio perfecto de sabores, convirtiéndolo en una opción ideal para cualquier ocasión y que da juego a muchas combinaciones en el menú.
Primero sazonaremos los filetes con sal y pimienta por ambas caras. Colocamos una loncha de jamón sobre cada filete, y los cortamos a la mitad a lo ancho.
Ponemos una hoja de salvia, o un par si son pequeñas, sobre cada filete, y sujetamos con palillos o brochetas pequeñas.

Enharinamos los filetes y vertemos una capa de aceite de oliva en una sartén bien caliente para cocinar los filetes. Bastará con cocinarlos un minuto por una cara, y medio minuto por la parte que llevan el jamón, así evitaremos que se tueste demasiado.
Retiramos y limpiamos la sartén con un poco de papel absorbente, y derretimos la mantequilla. Mezclamos el vino blanco con la maicena, y vertemos en la sartén con la mantequilla para cocinar la salsa a fuego medio un par de minutos hasta que espese un poco.
Vertemos la salsa sobre los filetes y servimos.
Con qué acompañar los filetes de saltimbocca a la romana
Este sabroso plato combinará a la perfección con un puré de patatas suave y cremoso para aprovechar la rica salsa, acompañado a su vez de una ensalada verde sencilla o, si hay buenos tomates, una ensalada caprese. Como guarnición también podemos usar arroz blanco, que no falla, o una italiana polenta.
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