Las patatas fritas tipo chips son uno de los snacks más extendidos por todo el mundo. Pero no son lo que se dice un producto muy saludable, mucho menos las industriales. Una buena alternativa es prepararlas caseras, y ahorraremos calorías si optamos por asarlas. Combinando dos tubérculos podemos tener unos atractivos chips bicolores de patata y boniato al horno.
Que nadie se engañe, nunca sabrán igual que las patatas fritas, pero son una buena manera de ofrecer un aperitivo mucho menos engorroso y más saludable. La clave está en conseguir rodajas muy finitas, por lo que es recomendable emplear una mandolina o un cuchillo afilado con buen pulso. Tampoco hay que perder de vista al horno, pues se pueden chamuscar muy rápidamente.
Precalentar el horno a 200ºC y engrasar con aceite una fuente o bandeja grande. Lavar bien la patata y el boniato, secar y cortar uno de los extremos . Con una mandolina, o un cuchillo muy afilado, cortar ambos vegetales en porciones muy finas, de pocos milímmetros de grosor.
Llevar un cuenco con agua fría y dejar a remojo la patata y el boniato durante unos 30 minutos. Escurrir, enjuagar y secar bien. Distribuir los chips en la bandeja o fuente, procurando dejar una sola capa, sin que se solapen.
Pintar ligeramente con aceite de oliva, sazonar con ajo en polvo, una pizca de pimentón, pimienta negra recién molida y sal al gusto. Hornear durante unos 10-15 minutos, vigilando muy bien que no se quemen. Sacar cuando estén dorados al punto deseado.
Con qué acompañar los chips
Los chips bicolores de patata y boniato al horno son un picoteo estupendo si además se acompañan de varias salsas para mojarlos. Se pueden dejar a remojo un par de horas con antelación al horneado, pero una vez los saquemos del horno deben servirse inmediatamente, pues como mejor están es recién hechos.
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