Menos conocidos que los mostachones de Utrera, la versión estepeña que hemos conocido gracias a Asopaipas también tiene un alma rústica tradicional, con el sabor y la textura de esos dulces de antaño, de hornos de pueblo. Pero lo que hace muy particulares a estos mostachones de Estepa es que se preparan con salvado de trigo -moyuelo-, y no con harina refinada.
Al parecer la receta surgió de forma práctica, aprovechando la fibra que quedaba del trigo al moler el cereal para elaborar la harina. Se descubrió que el salvado conseguía mantener los mostachones más tiernos durante mucho más tiempo, y así continúan preparándose a día de hoy, especialmente en fiestas como la Semana Santa.
Precalentar el horno a 180º C y preparar varias bandejas. Originalmente estos mostachones se hornean en cuadrados individuales de papel de traza o de horno, que podemos recortar de un rollo corriente de papel de hornear.
Disponer los huevos en un recipiente grande con el azúcar y batir con una batidora de varillas hasta que tripliquen el volumen, al menos durante 10 minutos.
Añadir la ralladura de limón, la canela molida y el salvado, y mezclar bien con movimientos envolventes hasta tener una masa homogénea. Preparar un plato o cuenco con azúcar mezclado con canela, al gusto.
Formar los mostachones colocando dos cucharadas de masa en cada cuadrado, sin pasarnos mucho pues se expandirán en el horno. Cubrir con azúcar y canela y colocar en las bandejas. Hornear de una en una durante unos 15 minutos, hasta que estén tostados, dependiendo del tamaño.
Con qué acompañar los mostachones
Un dulce tan tradicional y sencillo como estos mostachones de Estepa piden un buen vaso de leche fresca, café o chocolate al gusto. Deliciosos para merendar o para darse un capricho de desayuno goloso, y también muy ricos para la sobremesa, o con un té.