Muy conscientes de la cantidad de molestias que generan los mosquitos al oír su zumbido cerca del oído, pocas son las precauciones que pueden tomarse para mantenerlos alejados.
Difusores eléctricos, sprays, citronella untada por todo el cuerpo y telas mosquiteras a veces son insuficientes para evitar que lleguen a picotearnos por todo el cuerpo.
Una solución más consiste en imponer barreras naturales que les hagan la vida imposible y decidan tomar otro rumbo en el que no estemos nosotros implicados.
El romero es una de esas plantas que los mosquitos detestan y que, de estar plantada en macetas o en el suelo alrededor de nuestros accesos, bloquearán su visita.
La bergamota salvaje, además de repeler otros insectos como garrapatas, tiene una vistosa y elegante flor capaz de echar a correr a los mosquitos de su vera.
Creciendo de forma silvestre en los márgenes del camino, o en macetas cultivada a conciencia, la menta también tiene un aroma que disgusta profundamente a los mosquitos.
La esbelta lemongrass es otra de las aromáticas opciones en las que no deambulará ningún mosquito por su potencia fragante, que estos no querrán para sí mismos.
De origen mediterráneo y con mucha implantación en los márgenes de los caminos y en gran parte de los proyectos interioristas, el tomillo es una propuesta decorativa estupenda para que los mosquitos se vayan por patas.
Nuevamente, el aroma de la albahaca es estupendo para hacer pesto y también para asustar a los mosquitos que no gustan para nada de este característico olor que tan bien le viene a la pasta y a la carne.
Muy típica de los jardines con aires rústicos, la lavanda tiene un perfume que nos encanta para los armarios pero del que huyen despavoridos los mosquitos. Su presencia es garantía de cero picadas.
Con efectos calmantes sobre la piel, la caléndula es una fragante planta con una preciosa flor que además de acabar con la presencia de los insectos llenará de alegría cualquier balcón, jardín o terraza.
La verbena tampoco gusta para nada a ellos mosquitos. Sus flores agrupadas en ramilletes (que florecen en verano) combatirán con eficacia la presencia de estos vampiros del atardecer.
Típicos de los parterres públicos, los geranios fragantes (que tan bien quedan para delimitar márgenes de calles y parques) son también un aliado contra los mosquitos, pues su aroma no es de su agrado.
Foto | Pixabay, Karolina Kaboompics, Tom Fisk, Sohel Patel, Ksenia Chernaya, Monicore, Silvia Corradin, Skyler Ewing y
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