Las patatas fritas son el bocado perfecto para la hora del aperitivo, para acompañar el sandwich de la cena o para amenizar una tarde de cine. Están presentes en cualquier celebración -no recuerdo fiesta de cumpleaños sin ellas- y no es de extrañar, pues acaso ¿conoces a alguien a quien no le gusten las patatas fritas? Seguramente la respuesta sea no y es que ahora, más que nunca, la variedad de sabores que nos ofrece el mercado es tan amplia que los gustos de todos quedan bien cubiertos.
Recuerdo aquellos tiempos en los que las patatas fritas sabían, simple y llanamente, a patata. Punto pelota. Que te gustaran unas u otras dependía exclusivamente del buen hacer del fabricante, de la calidad de la patata, del tipo de aceite utilizado y poco más. Hoy en día, sin embargo, el panorama ha cambiado mucho y nos encontramos con que los sabores de las patatas fritas son muchos y muy variados, lo que se ha vuelto determinante para nuestro gusto.
Los sabores de las patatas fritas en el mundo
Los lineales de los supermercados españoles ofrecen patatas fritas de sabores como ajo, jamón, queso, campesinas, hierbas provenzales, chorizo, pimienta negra, barbacoa, ketchup y algún que otro más. Esta variedad, que a priori parece amplia, se vuelve ridícula cuando miramos hacia fuera, nos fijamos en otros países y nos encontramos con sabores que jamás habríamos imaginado en unas patatas fritas.
Reino Unido
Recorrer otros países en busca de los sabores de las patatas fritas en el mundo ha sido una actividad de lo más divertido e interesante. Arrancamos con la mirada puesta en el Reino Unido, uno de los países donde más veneración reciben las "crisps" (así es como llaman a las patatas fritas de bolsa), donde nos hemos quedado ojipláticos con la variedad de sabores encontrados así como con la cantidad de marcas que los comercializan.
Un pasillo entero (si, enterito) es lo que los supermercados británicos dedican alegremente a la exposición y venta de patatas fritas y productos similares. Con tanto poderío ¿cómo no vamos a encontrarnos con patatas fritas con sabor a chile y chocolate, beicon ahumado o cóctel de gambas?
Dos grandes clásicos. Por un lado las patatas fritas con sabor a queso y cebolla que se sofistican hasta límites insospechados con las versiones de queso de cabra y mermelada de chile o las múltiples variaciones de queso cheddar y cebolla caramelizada, cebolla morada, chutney de cebolla o cebollino. Por otro, el sabor a sal y vinagre cuyas versiones gourmet abrazan la sal marina, el vinagre balsámico, de manzana o la pimienta negra.
Algún tipo de obsesión tienen los británicos con el chile porque la variedad de patatas fritas que lo llevan como base retulta un tanto exagerada. Al básico chile dulce, podemos sumar lima y coco, pimieto rojo, albahaca dulce aromática, crema agria u otras variedades de chile como el tailandés, en sus versiones dulce y picante.
Pues esto no es más que la punta del iceberg, otras joyas con las que nos hemos cruzado son las patatas fritas con sabor ahumado a la barbacoa, pesto y queso mozzarella, chipolte dulce mexicano, crema agria y pimienta, crema agria y cebolla dulce, ajo ahumado y queso camembert asado, pato "Gressingham", mermelada de chili dulce, queso mozzarella y burrata y, para rematar la faena, cacao y ron especiado. Y, creedme, dejo fuera muchas más.
China
Cuando de gastronomía se trata, el gigante asiático es todo un conjunto de sabores exóticos que nuestras mentes y paladares mediterráneos pueden encontrar de lo más llamativo. El mundo de las patatas fritas de bolsa es fascinante y en él nos hemos topado con clasicazos como las patatas fritas sabor pepino, de carne a la italiana, de pollo con tomate a la mexicana y sabor limón.
Pero ahí no queda la cosa. Las grandes marcas productoras de patatas fritas lanzan ediciones limitadas de sabores de lo más rocambolesco y estrambótico. Ojo a las hot and sour fish soup o patatas de sopa de pescado agria y picante, las chicken and Pepsi o pollo y Pepsi. Dos mezclas que se trasladan del plato, donde tienen una popularidad tremenda, a la patata frita de bolsa.
Japón
En el país del sol naciente también son muy dados a experimentar con los sabores de las patatas fritas. Si tienes la suerte de encontrarte por aquellos lugares, no te extrañes al encontrar bolsas de patatas fritas y otros snacks con sabor a maíz tostado, algas saladas, wasabi, ciruela ácida, mayonesa o yuzu-shoyu (salsa de soja), en los lineales de los supermercados de las grandes ciudades.
Si hay unas patatas que causan furor entre los nipones esas son las patatas fritas al consomé. Calbee es la marca que domina el mercado, pero las Jagariko, unas patatas fritas en forma de barrita, están dando fuerte. Sus sabores: calabaza gratinada, huevas de bacalao con mantequilla o salsa de soja con wasabi.
Estados Unidos
Después de ver los sabores que hay en Asia, puede que Estados Unidos no nos asombre en exceso y que las patatas fritas de beicon y sirope de arce o de queso cheddar y cerveza nos parezcan un juego de niños. Aún así, no nos confiemos. Entre otras rarezas americanas nos hemos cruzado con patatas fritas con sabor a café. Si, habéis leído bien, sabor a cappuccino y sabor a café, canela y cacao.
El universo de las patatas fritas de bolsa adquiere nuevas dimensiones con las de sabor a peperoncini, jalapeño, chipotle, curry rojo, ajo tostado, jengibre y wasabi, cangrejo y queso italiano con hierbas y, cómo no se nos habían ocurrido antes, patatas fritas que no son de patata sino de pita. Lo dejaremos en...¿snacks?
Argentina
En Argentina las patatas fritas se convierte en "papas fritas" y los sabores que más triunfan son ketchup, pizza y queso, lomo con cebolla caramelizada, queso crema con cebolla, pollo al limón, mozzarella con tomate y albahaca y otros sabores en los que la influencia mediterránea, o deberíamos decir italiana, se deja sentir.
Suecia
Regresamos al continente europeo para despedir este recorrido por los sabores de las patatas fritas en el mundo. Hacemos parada en Suecia donde las más populares son las patatas fritas sabor a triple de cebolla (mezcla de cebollas rojas asadas, cebollas de primavera y un toque de ajo silvestre), taco y crema agria, salsa sriracha y las "hot sweet peppers", es decir, pimientos dulces picantes.
Los sabores de las patatas fritas en el mundo son casi tan variados como la imaginación del ser humano le permita alcanzar. Algunos de los mencionados son experimientos de las grandes productoras que lanzan tiradas limitadas de sabores que ponen a prueba los paladares de los consumidores y que terminan desapareciendo si no gustan o quedándose en el mercado si triunfan.
Lejos quedaron ya aquellos tiempos en los que comprar patatas fritas al punto de sal era la única opción disponible. Aunque en España todavía queda mucho camino por recorrer para alcanzar la variedad y sofisticación de sabores que tienen en su haber muchos otros países, mientras llegan a nuestros mercados, nos conformaremos con disfrutar de ellas a través de este repaso virtual.
Imágenes | Jeepersmedia en Flickr, Facebook y Pixabay
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