Hay matrimonios que parecen condenados a entenderse y, quizá, nunca pensásemos que el del pollo frito y las pastas de dientes tuvieran que acabar más unidos de lo que parece.
Sobre todo porque parecen la cara y la cruz de una misma moneda. Hasta que a KFC se le ha ocurrido, en connivencia con la empresa australiana HiSmile, ir un paso más allá y pensar que, quizá de nuevo, los clásicos sabores de menta en las pastas de dientes estén demasiado vistos.
Así que han decidido unir fuerzas y lanzar una pasta de dientes KFC cuyo sabor, dicen, está inspirado en las once especias que conforman el legendario pollo frito de KFC.
La idea, que parecería sacada de un día de los inocentes o del April's Fool Day, se ha acabado haciendo realidad y ahora une dos mundos aparentemente opuestos en un mismo gesto: el del cepillado de dientes.
Bajo la colección exclusiva y solamente a la venta en Estados Unidos (por suerte o por desgracia), cada uno de los envases costaba 13 dólares y se ofertaba a través de la página web de Hismile, que rápidamente agotó las existencias del dentífrico más loco que nunca hayamos visto.
Además, para muy fans de la marca –o para coleccionistas–, también se puso a la venta desde la propia web de Hismile una colección limitada de cepillos de dientes eléctricos a un precio de 59 dólares y que, esta vez sí, aún están disponibles.
Imágenes | KFC
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