A 42º grados centígrados llegaba el cuerpo de Olindo Zuanon, un panadero de 63 años que oficiaba en el pueblo italiano de Santa Giustina in Colle, en la provincia de Padúa, en la región italiana del Véneto, que poco después moriría.
El análisis de la muerte, tal y como explican desde el diario italiano Il Messagero, citando a fuentes médicas: un infarto propiciado por un golpe de calor, sumado a los problemas de corazón que padecía previamente Zuanon.
A pesar de las patologías previas de Zuanon, al que se había implantado un desfibrilador subcutáneo el pasado mes de octubre para estabilizar el ritmo cardíaco, el calor que se ha alcanzado en el Véneto en estas últimas semanas no ha ayudado, como indican también desde Padova Oggi.
Eran poco más de las ocho y medio de la mañana del 18 de julio cuando Zuanon se había sentido indispuesto, acompañado de su mujer Michelle, que fue la que realizó la llamada a los servicios de emergencia. Personados en la panadería, iniciaron las tareas de reanimación cardíaca en la propia panadería, pero hubo que trasladar al panadero al hospital de Castelfranco Veneto, donde poco después fallecería.
La noticia, aunque resulte lejana por tratarse de Italia, es relevante por la incidencia que los golpes de calor tienen en determinadas profesiones ya de por sí expuestas a las altas temperaturas. Se suele hablar de los espacios abiertos, pero ciertos ambientes —en especial un horno de pan— pueden ser aún una ratonera mucho mayor para estos supuestos.
Lo cierto es que, con climograma en la mano, la temperatura en Padúa no suele superar los 25º centígrados de media durante los meses de julio y agosto, lejos de lo que está sucediendo en la actualidad al alcanzar picos de hasta 35º y 36º en las horas centrales del día o igualando esos 25º de media a primera hora de la mañana.
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La otra realidad, trasladada a España, es que las muertes en el trabajo por un golpe de calor son más frecuentes de lo que parece, a pesar de que hay una norma que obliga a detener la actividad si no se puede garantizar la seguridad y la salud. Hasta la fecha, son tres las personas que han fallecido en España por un golpe de calor en el trabajo y, si no se toman medidas, se corre el riesgo de aumentar la cifra.
Imágenes | Panificio e Pasticceria Zuanon
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