Tanto si vas a preparar un chuletón en el horno, como si has comprado un corte premium como el ribeye o el T-bone para hacer en la parrilla, te vendrá muy bien aprender a preparar esta salsa de foie para carne, con la que darás a tus recetas de carne un toque gourmet.
Al igual que la salsacafé de París, –usada con frecuencia para servir con el entrecot–, la salsa de foie es perfecta para acompañar el solomillo de ternera, aunque también funciona estupendamente con chuletas, o con cortes de cerdo como la presa ibérica.
Además, al estar elaborada con foie gras de pato, esta salsa tiene un toque de elegancia que eleva tus platos a un nivel superior, siendo perfecta para reuniones familiares, comidas con invitados o para una cena romántica de pareja.
Comenzamos picando la chalota o la cebolla en brunoise bastante fino y lo ponemos a cocinar con una pizca de sal y dos o tres cucharadas de aceite de oliva, a fuego muy bajo para evitar que se dore. Cuando la cebolla empiece a sudar y esté transparente, agregamos el caldo de pollo y dejamos que se cocine durante diez minutos aproximadamente siempre con el fuego muy bajo.
Agregamos la nata líquida y subimos el fuego para incorporar un bloc de foie gras de unos 100 g y vamos removiendo con las varillas para ayudar a que se derrita y se integre. Podéis añadirlo ya en trozos para acelerar ese proceso. Cuando el foie gras esté bien disuelto, bajamos el fuego manteniendo una ebullición y reducimos durante cinco minutos más para que reduzca y espese.
Probamos y rectificamos de sal, añadimos la pimienta negra si nos gusta y apagamos el fuego, pasándola al cuenco en que la vayamos a servir o guardándola en un bote hermético para que no se oxide. Se puede guardar una semana en la nevera y se recalienta muy fácil en microondas o en un cacito.
Con qué cortes puedes utilizar la salsa de foie para carne
Para disfrutar de esta deliciosa salsa de foie es interesante buscar cortes de carne roja de ternera, vaca, buey o de cerdo ibérico. Funciona perfectamente con el solomillo, el entrecot, o con la presa ibérica. Con uno de esos cortes, la salsa y una buena ensalada o unas patatas fritas, tendrás listo un menú de los que se recuerdan.
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